sábado, 22 de abril de 2023

The singer, not the song

 




Tres mil libros, un dragón y mucho fuego. Como el que iza un paisaje de luz en mitad de la niebla ¿o de la locura o del caos o del vacío? Ya no sé qué es lo que llega cuando el mundo viene a vestirme de inutilidad si yo como lencería solo quiero la cascada de tu risa. Oh mi Bien, oh mi Belleza, un jardín y una yegua. Arriera del amor, estambre lleno de polen, ven que quiero ararte los muslos y aplacar la barahunda de lo innecesario. Me hablas del color de la luz y haces del cielo un alboroto de llamas que incendia todas mis letras antes de devenir en poema. Yo solo lamento no llenarte de guirnaldas la mirada eternamente mientras veo más y más ternura en la boca de tu corazón. May ti pora, en tahitiano, creada por los dioses. Así bautizo cada ráfaga que trae tu aliento, como un pozo fresco en mitad de Atacama. El cuerpo es el templo del alma, leí. Ábrelo, que yo te rezo. Que la piel no deja de ser el papel sobre el que blandir la palabra con su tempo, con su herrumbre, su elegancia y su violencia. 

Cazadores de estrellas que con el balanceo del verso son el francotirador romántico asomado al balcón bizarro de la imaginación salvaje. Y son únicos y me acerco a ellos. Una salamandra bebe de mis lágrimas en el salón. Karen O se caía de un escenario talentosa y endemoniada y Julian Casablancas tricotaba el riff de Last night a mi cabeza para siempre. Mañana es el día del libro, pero esta es la noche del escritor. 

Ahora soy un mechón estremecido que apaga las luces y va a su habitación sabiendo que el día no ha terminado aún. Leer a Claudio antes de dormir es una alucinación que me brindo. Un gozo sin fin. Como la que abre un boquete para abandonar el mundo del escaparate y la mediocridad, y habitar, por un momento, el mundo usado, el mundo atropellado con su ronroneo añejo, el mundo hecho a mano, como todo lo sublime, como lo que es y será único. El ave no raya el cielo porque su huella es su vuelo. Será por eso que me importa la palabra pero más quién le da forma con tierra y fuego. El demiurgo o un kallawaya que abandonó el Altiplano pero no las alturas porque sigue abarcando lo insondable esté dónde esté y escriba lo que escriba porque it's the singer, not the song aunque el mundo esté lleno de francotiradores ciegos que no saben que lo son.


lunes, 17 de abril de 2023

el abrazo turbio

 


Sábado noche, caricias de lija en nuestros esternones 

y al fondo, 

un pantano que, 

a tientas, 

buscan algunos corazones 

porque en la turbiedad 

se reconocen.



Diego Vasallo, Monkey Man, Guadalajara