domingo, 10 de febrero de 2008

Poema de Rudyard Kipling

"si guardas en tu puesto la cabeza tranquila cuando todo a tu lado es cabeza perdida; si tienes en ti mismo una fe que te niegan y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan; si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera, si engañado no engañas; si no buscas más odio que el odio que te tengan...si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres. si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo; si piensas y rechazas lo que piensas en vano. si tropiezas el Triunfo; si llega tu Derrota y a los dos impostores los tratas de igual forma. si logras que se sepa la verdad que has hablado a pesar del sofisma del orbe encanallado. si vuelves al comienzo de la obra perdida, aunque esta obra sea la de toda tu vida. si arriesgas en un golpe y lleno de alegría tus ganancias de siempre a la suerte de un día, y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea sin decir nada a nadie, de lo que es y de lo que era. si logras que tus nervios y el corazón te asistan aún después de su fuga de tu cuerpo en fatiga y se agarren contigo cuando no quede nada, porque tú lo deseas, lo quieres y lo mandas. si hablas con el pueblo y guardas tu virtud. si marchas junto reyes con tu paso y tu luz. si nadie que te hiera llega a hacerte la herida. si todos te reclaman y uno te precisa. si llenas el minuto inolvidable y cierto de sesenta segundos que lleven al cielo... todo lo de esta tierra será de tu dominio. y mucho más aún, serás HOMBRE, hijo mío".

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