domingo, 10 de febrero de 2008

Vida y muerte de un pueblo español - ELLIOT PAUL

(...) Más de un año después, estaba sentado en la trastienda del bar de Cosmi cuando entró Anna para decirme que había alguien fuera que deseaba verme. En la habitación exterior, me encontré a la mujer, vestida con su mejor conjunto de pañuelo y chal, y acompañada por un hombre tímido, de enormes manos y muñecas rojas, y un bebé. El hombre sostenía al niño y, con los ojos rebosantes de gozo, señalaba el rostro que se había quemado. No le había quedado una sola marca. Muy tímidamente, la mujer sacó un lustroso gallo negro vivo de debajo de su chal y me lo tendió. A su lado, en la mesa, había una cesta de huevos y otra llena de higos negros secos y almendras. Anna Cosmi, sensible a las situaciones sociales, me dio un pequeño empujón y me indicó con el movimiento más leve imaginable de sus vivos ojos negros que debía aceptar los obsequios. La familia había viajado en un carro tirado por un burro desde Santa Gertrudis para encontrarme, preguntando a la gente por el camino. ¿Un forastero con barba? Ah, se refiere a Xumeu. (En Santa Eulalia, me habían dado un nombre ibicenco.) El latido del corazón de un gallo vivo entre las manos produce una sensación extraña. Muchas veces pienso en los miles de amables gestos palpitantes que he recibido y a los que no he correspondido debidamente. A todos los que me habéis ofrecido ayuda y compasión, donde quiera que estéis, me gustaría enviaros una madre española joven, muy tímida, vestida con ropas luminosas, y a un agricultor fornido de cuello enrojecido con un niño en brazos. Quisiera mandaros a la puerta de casa un burro amarrado a un carro de dos ruedas, y poner en vuestra mesa una cesta de huevos -todos ellos inmaculados- e higos y almendras. Me gustaría dejaros de pie, pensativos, con un gallo negro vivo entre las manos.

1 comentario:

  1. qué preciosidad. eres un país lleno de vida del cual uno nunca desea salir.
    muchas, muchísimas gracias miss.
    no eres consciente, lo repetiré las veces que hagan falta, hasta quedarme sin aliento sin es preciso. no eres consciente miss.
    besos y abrazos, inmensos abrazos.

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