jueves, 15 de abril de 2010

cuadernos amarillo, rojo, verde y azul - Pedro Casariego Córdoba

Qué bonitos eran los duelos. Me suena que en los duelos cada duelista tenía un padrino... parecerían bautizos, bautizos rojos en vez de blancos. ¡Ojalá los duelos volvieran a ponerse de moda!... Me ofende usted, caballerete. Le desafío. Pistolas. A las cuatro. No falte usted. Maldito ganapán. Los preparativos se hacían en secreto y a escondidas, como se hacen todas las cosas importantes. El olor de la pólvora es mucho más puro que el del incienso. A las 4 y 5 hay un hombre malherido. Eso se llama puntualidad. Esos gemidos se llaman agonía. Un hombre agoniza virilmente... así quiero yo agonizar en tus brazos...

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