jueves, 10 de junio de 2010

Manuel Vázquez Montalbán, fragmentos



Si se supiera, de Una educación sentimental

" Si se supiera
lo que se presiente y no se dice
desde que Hiroshima
nos dejó sin habla
que la tercera guerra mundial
se ha declarado
que se muere
en los cuatro puntos cardinados
que crucifican la tierra en cruz gamada
lejos del parking amortizable
del supermercado de leches descremadas
de los lugares de vacaciones invernales
de las familias de hijos únicos
desplegables
lejos del Louvre y de la poesía tónica
lejos
muy lejos de la Plaza Roja y de la Casa Blanca
si se supiera
que a los vietnamitas del Líbano les abren en canal en Guatemala
más no se inventó el napalm para Le Bois de Boulogne
ni la violada de El Salvador será Miss Play Boy
en abril
aunque abril siga siendo el mes más cruel
en ésta guerra sólo se mata en los arrabales
el centro es ciudad abierta por mutuo acuerdo
entre el Bien y el Mal, mientras la ciencia
del alma calcula como calcular lo incalculable
por ejemplo
cuántos deben morir cada día en Etiopía
para que nos salga social
de pronto
la poesía. "





El laberinto griego 

" -Vive por una zona que se llama Pueblo Nuevo y a medianoche se acerca a una casa de comidas, en una plaza, no sabe el nombre. Al final de la rambla del Pueblo Nuevo. Vive en alguna de las fábricas abandonadas por aquella zona. ¿La conoce usted?
-La conozco. Se llama Pueblo Nuevo, pero ya tiene poco de nuevo. Es un barrio que creció a finales del siglo pasado y comienzos de éste, industrial y popular. Ha envejecido rápidamente, como todo lo pobre, y está a la espalda de la futura Villa Olímpica, lleno de fábricas y almacenes abandonados. "





El muchacho del traje gris 



En situaciones de diferente sinceridad, el muchacho confesaba la imposibilidad de mantener aquel ritmo poético sine die. Como en las novelas o los relatos líricos, la irresponsabilidad racional del lenguaje podía convertirse en una pesada letanía de sofista. De vez en cuando hay que dejar de sonreír y, aunque sea por táctica, darse un golpe en el pecho, con cuidado. La duda de la propia duda era inviable, pero no su fingimiento. Y en definitiva la única máxima valedera era la que se resumía así: Sea usted relativista en todo aquello que no le importe. 
Y conoció a una muchacha con pamela, larga boquilla y vértebras dúctiles, capaz de tararear la canción de Machín mientras bailaban y darle un beso en la boca en el transcurso de una conferencia de Umberto Eco. Nació el amor como una opción total y con su evidencia se presentó nuevamente la tentación del absoluto y de la afirmación. Alquilaron un piso. Lo pintaron azul-blanco, con manchas de color de flores de papel, loros colgantes, farolillos venecianos y muebles liquidados en desguaces de villas liberty. Se alimentaban a base de aguacates y steak-tartare; tomaban infusiones de yerbas regionales, especialmente té de roca y manzanilla. El escepticismo se revelaba en la mutua decisión de no tener hijos y en su defecto los suplieron con un pez negro japonés, un lirón y una tortuga miniatura que murió de sequedad, ahogada en un cajón de serrín. "




Si te perdieras

" Si te perdieras
entre Júpiter y Urano
te arrancarías los ojos para no ver el miedo
del universo entero pendiente de no verte
pues si te vieran
las estrellas tendrían la conciencia de tragedia
tendrían conciencia
comprenderían su lógica ciega
inventarían la óptica
el póker
la ética
la estética
y el universo entero se iría a hacer puñetas. "

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