miércoles, 29 de septiembre de 2010

El mejor momento del día - Raymond Carver

Frescas noches de verano.
Las ventanas abiertas.
Las lámparas encendidas.
Fruta en el frutero.
Y tu cabeza sobre mi hombro.
El momento más feliz del día.

El amanecer,
desde luego. Y ese momento
justo antes de comer.
Y las primeras horas
de la tarde.
Pero amo

estas noches de verano.
Más incluso, me parece,
que todos esos otros momentos.
El trabajo terminado por ese día.
Y nadie que nos pueda alcanzar en ese momento.
O nunca.

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