Era el mejor de las tiempos, era el peor de los tiempos, la época de la sabiduría y la época de la bobería, el periodo de la fe y el periodo de la incredulidad, la era de la luz y la era de las tinieblas, la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos y nada poseíamos, caminábamos en derechura al cielo y rodábamos precipitados al abismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario