jueves, 4 de noviembre de 2010

2666 - Roberto Bolaño

“Qué triste paradoja, pensó Amalfitano. Ya ni los farmacéuticos ilustrados se atreven con las grandes obras, imperfectas, torrenciales, las que abren camino en lo desconocido. Escogen los ejercicios perfectos de los grandes maestros. O lo que es lo mismo: quieren ver a los grandes maestros en sesiones de esgrima de entrenamiento, pero no quieren saber nada de los combates de verdad, en donde los grandes maestros luchan contra aquello, ese aquello que nos atemoriza a todos, ese aquello que acoquina y encacha, y hay sangre y heridas mortales y fetidez.”

3 comentarios:

  1. Lo que en realidad les ocurre esque son ciegos y encima estúpidos.

    Tienes una seguidora más ,)
    BESOS!

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  2. exacto!

    se lo dedicamos a todos esos editores de mierda

    acojonados

    facilones

    sin alma

    que siguen los senderos marcados por lo previsible

    va por ellos....

    que disfruten de las sesiones de entrenamiento de esgrima


    PD:idem

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  3. grande Bolaño. Gracias por tus palabras. Un saludo!

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