viernes, 24 de diciembre de 2010

Después de las fiestas - Julio Cortázar

Y cuando todo el mundo se iba
y nos quedábamos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,

qué hermoso era saber que estabas
ahí como un remanso,
sola conmigo al borde de la noche,
y que durabas, eras más que el tiempo,

eras la que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.

2 comentarios:

  1. Maravilloso poema.
    ¿A quien no le gustaría repetirlo cualquiera de estos dias que se avecinan?

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  2. escucha la grabacion de este poema en la voz de julio.
    es hermosamente simple
    o simplemente hermoso

    un beso

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