no lo hagas,
no puedes negar que a veces gozamos cayendo,
que atravesamos océanos de rabia para alcanzar nuestra médula
nuestro epicentro,
derrumbando muros mal trazados que nos dividen
que vomitamos anzuelos mientras soportamos el crujir de las ramas de nuestros nervios
mientras el pasado hace hiedra y miramos a otro lado
buscando colores imposibles.
porque somos débiles en la noche,
erráticos animales de sangre caliente
que migran en busca de un nuevo calor.
que en la frontera de mi piel sientes descargas eléctricas
que te vence el oleaje porque te dejas
y el oleaje soy yo
que te encajas en mis vértices
porque soy tu credo
porque sólo cae el que sube, el que vuela, el que ansía
el que arrastra sus cicatrices como emblema
arráncame los vendajes y deja que me derrame
deja que brillemos
déjanos ser deslumbrantes
aunque sepamos que es un pozo
y que el fondo nos destrozará
vamos a seguir cayendo
como en un sueño
de espaldas
con los brazos abiertos
oliendo asfalto
en slow motion
evaporándonos
no lo niegues,
no todo resiste
tenemos pies de barro
y da igual
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