jueves, 28 de junio de 2012




de faros ancestrales que parpadean en la noche cerrada y oscura de los mares perdidos,
de islas que muestran su contorno irreal entre la niebla,
de ojos nativos y aullidos que pueden no ser del viento,
del miedo en hombres acostumbrados a no tener miedo,
de costas de muerte y barcos piratas acechantes,
de libros prohibidos y playas desiertas o eso creíamos,
de puños que se retan en tabernas mugrientas,
de tatuajes borrados por el salitre.
de todo eso me hablaba tu cuerpo.

4 comentarios:

  1. La última frase me ha hecho sonreír. Gracias por ello, y también gracias a joaquin por permitirme descubrirte.

    Un saludo!

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  2. Dos blogeros me han recomendado que pasara por aquí. Me alegro de haberles hecho caso por fin.
    Un saludo

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  3. La memoria de la piel es minuciosa y elocuente.

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