jueves, 2 de agosto de 2012

desayuno continental y embestidas



el deseo era el arnés que me sujetaba a ti en la caída
justo antes de que tocáramos el suelo
y del fuego a la ceniza sólo media el tiempo
para qué diferenciar entre caricias y heridas
si acabarán siendo lo mismo
cuando no sepa qué hacer con ellas
y seamos una versión instrumental
de nuestro mejor momento

por qué domesticarnos si nos preferimos salvajes
quién encerró a los animales
quién apagó mis jadeos, tu ansia y el fuego

culpable culpable culpable
no quiero el antídoto de tu veneno
no quiero ver la cama hecha
no quiero beber agua
no quiero no quiero no quiero

contraria contrariis curantur, lo contrario se cura con lo contrario

quería curar tus heridas con sal
sobrevivir a esas montañas que son pozos
y hundirnos en el misterio de nuestros cuerpos

conocer tu poso
revolucionar tu alma
clavarme en tu esternón
tan caliente como los bosques que arden en agosto

similia similibus curantur, lo semejante se cura con lo semejante

rodeados del plancton marino de tus pesadillas
húmedos, profundos y encajados
pretéritos pluscuamperfectos
desayuno continental y embestidas

bestias moran tu mente
cosaco desalmado
déjalas entrar en mi guarida

aequalia aequalibus curantur, lo igual se cura con lo igual

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