Ella hubiera querido
tener muslos
y piernas
y una nariz perfecta
sólo para el que nunca la miraba.
Le pusieron un nombre de suicida
que ahora se confunde con el de una estrella
(sólo una estrella
vive muerta en su fulgor).
Aunque es rica en palabras
siente miedo
y paga un poco de amor
con lo que ya no escribirá.
Esta noche sale a incendiar el mundo
y vuelve sola
con su gesto de actriz
con su glamour de feria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario