viernes, 21 de septiembre de 2012
sous les pavés, la plage
adoquinada piel,
yo
ya no sé quién me hizo así.
si una noche de verano ibicenca a finales de agosto,
una de esas noches en las que sudamos la vida,
la rabia
y el olvido
o
el alcohol que supuraba mi padre,
o tal vez
he sido yo misma.
el afluente no es desembocadura.
y el perdón no es el olvido.
quiero pensar que es cierto,
que bajo las capas de cemento o adoquín,
estamos nosotros.
salados de tanto llanto a pesar de la lluvia dulce
pero con sonrisas talladas a fuego lento.
ahí fuera hay estrellas
y tú y yo
nos las estamos perdiendo.
qué bien quedan los focos,
cómo lucen en nuestro falso techo.
a ver cómo me explico a mí misma
que la vida era un fraude
y que yo colaboré.
eterna esquina que no doblas,
puta servilleta de amianto,
la vida,
sólo sirve para limpiarnos la boca
cuando ya está limpia
con el sueño solapado,
ahora sí, ahora también,
yo soy el gato negro
que me cruzo por delante
una y otra vez,
qué tarde me doy cuenta
por qué no me atropellé.
qué tarde y qué mal.
el ordenador me pregunta
si soy un robot.
el cuestionario a Nueva York
me interroga
si alguna vez entre el 33 y el 45
tuve que ver con el nazismo.
y tú me preguntas si te quiero.
no entiendo nada.
todo el mundo se ha vuelto loco.
o todos los locos se han vuelto mundo.
bajo los adoquines la playa,
por ello rezo.
et sous la plage l'automne. prie.
ResponderEliminarun abrazo.
yo tampoco entiendo nada.
ResponderEliminarya me gustaría...
un abrazo