miércoles, 3 de octubre de 2012

Ben Clark

a   u n   a m o r   a n i m a l

duermen. suyo es el sueño de las presas
y suyo es el reposo merecido
de las aves rapaces, de las rocas.

descansan de sí mismos, descansándose
con la misma fatiga que los polos
le ofrecen a las aguas y a la sal;
es una pasión fría y sin remedio;
un elogio sin centro de una sílaba;
un olvido perenne; un jeroglífico.

¿dónde estarán ahora? no se sabe
ni puede especularse pero sí,
podemos afirmar que son felices
como sólo las bestias pueden serlo.



c a b o t e a  n d o

he soñado otra vida diferente.
mi único propósito: viajarte.
de tu boca a tu pecho,
de tu pecho a tu vientre
y de tu vientre al mundo

a recorrer sus calles con sombría
tez y pequeñas nubes sobre el hombro. 
a pudrirme en un centro comercial
y desde allí, sin duda, al bar de siempre.

un buque monocasco
roído, desgastado e inseguro.

por cien puertos infectos me arrastro cada día.
me queda sin embargo lo soñado
y lejos una cala resguardada;
un puerto natural de aguas turquesas
me espera, sé que me espera. 
y después de ese puerto los dos cabos,
y mucho más allá,
al sur, 
la cueva. 

1 comentario:


  1. poesía en vena, oscura y hermosa...me encanta...

    gracias por venir a mi rincón clandestino, ven siempre que quieras...yo volveré a por más palabras de ls tuyas...

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