domingo, 21 de octubre de 2012
ornamento y delito
a mí no me vengas entero, ni con frases hechas y caminos recorridos.
a mí llégame violado por la pena
con marcas del azote de la soledad
y los pulmones encharcados de tanto tragar
llégame con olor a trinchera
arrastrado y lleno de lodo
ni victorioso ni laureado
no te quiero manso
llega sediento, ansioso
destrozado
sin ornamento ni imposturas
rendido
y perdido, muy perdido
ven a mí moribundo
buscando refugio en mis labios
habiéndote bebido todas las barras
apestando a humo y derrota buscada
con las rodillas gastadas
déjame lamer las puntas de las flechas con las que te han atravesado
y hacerme collares con las balas que albergas en los vértices ocultos de lo que fue tu alma
quítate la coraza como si fuera un abrigo
no me llegues civilizado
no te acerques a este cuerpo que te ansía si estás domesticado
quiero que me llegues usado
descreído de todo
desnudo y enojado
enajenado
exactamente igual que esta que te ama.
Esa necesidad enfermiza de necesitar amar lo roto. Esa lujuria por el desgarro. ¿Cuando podremos amar algo sano y entero?
ResponderEliminarUn saludo
yo es que huyo despavorida de los que se creen sanos y enteros
ResponderEliminarserá mi frivolité
Me encantan las cicatrices y las barras. Hay tanto dinero que he quemado antes de leer, en provocar una catársis nocturna en el Eden de mi corazón para volverlo a quemar en mi trinchera. Al final, sigo viendo la vida en un ralentí de los que se gustaba Peckinpah. Un placer, "los desastres naturales". Saludos cordiales
ResponderEliminarenchanté
Eliminarconvertir la violencia en poesía, eso dicen que hacía Peckinpah
saludos
He llegado a tu blog por un amigo y, tras leer alguna de tus entradas, he decidido quedarme. Encuentro paralelismos entre tu abra y la mía.
ResponderEliminarTu poesía habla de dolor, de sentimientos doblegados, de aquello que no se quiere escuchar y es cierto. Me ha gustado mucho, me deslicé por tus versos sintiendo punzadas en el corazón.
Te invito a que visites el mío, sería un honor tenerte como seguidora. Gracias
Un abrazo, Ann@
que fuerza....enhorabuena una vez mas!
ResponderEliminarPor cierto, el titulo me recuerda a la obra de Khan publicado hacia 1911
ResponderEliminargracias por tus palabras!
Eliminarno conozco la obra de Khan, yo lo saco del artículo de Adolph Loos, de 1908, si no lo conoces, te recomiendo su lectura, es muy interesante
http://www.disenoyarquitectura.net/2009/05/ornamento-y-delito-de-adolf-loos.html
besos