el amor es un perro que aúlla en mitad de la noche
Lo siento, no, ni la sangre tibia,
ni los agarraos sin sudor. Yo traigo sueños como el que trae esperanza. No
espero desenlaces porque creo en los nudos. Nudos hermosos de dos lazos. Prendarme
de tu aliento y que la vida se me meta a trompicones sin previo aviso, así, por todos los rincones, conquistando sin
pasos aprendidos. Que la vida huela fuerte, mientras la rabia brota cual
manantial. Voy a leerte el daño en braille con la lengua y te lo voy a arrancar.
Te voy a recetar mi ansia y cada ocho horas sobredosis de piel. Nos
gastaremos sin remedio al usar nuestros cuerpos como abrigo
favorito en tardes de febrero, febrero cruel. Incautos pero felices. No vamos a adiestrar al
deseo, no hay doma que valga para ello. El amor es un perro que aúlla en
mitad de la noche. Yo no sé de palabras exactas pero olfateo tus coordenadas como
si me fuera la vida en ello. Qué indecentes, qué impuros. Las llanuras de la calma son carreteras rectas en
las que me duermo cuando en realidad quiero perderme. Somos velas y debemos consumirnos ardiendo. Huir de los amores de bromuro debería ser una obligación. Para qué construir jaulas habiendo cielo. Yo me vendo a los claroscuros de Caravaggio y hago de tu cuerpo encrucijada y de mi sed, salvación.
Qué intenso...
ResponderEliminarBessos
Huir de los amores de bromuro....tomo nota. Abrazo
ResponderEliminardan ganas de robar un coche a punta de pistola y escapar a ver el mar...
ResponderEliminarpoesíaaquemarropa de esa que se te pega a la respiración...brutal...
Dios!!!
ResponderEliminarComo terapeuta emocional eres insuperable.
Genial.
Así de desolador es...
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