miércoles, 28 de noviembre de 2012
una raza de amor
en cada verso denso que te brota y que conlleva el atropello de mis sentidos
en cada luz ámbar que me marca tu pestañeo, me abandono
nos dejamos olvidados
en mis hornos y en tus pozos del destierro más buscado
allí donde existe una raza de amor hermosa y embrutecida
con la que nos desvestimos
en tardes de sobria resaca de invierno
en cada sonrisa se me abre el cielo como una herida.
una lluvia roja que me tiñe de falsas amapolas.
allí donde existe una raza de amor furiosa y de perra lúbrica
en la que tan sólo gobierna el instinto
y me sanas con tu hechizo
y me enfermas en la travesía que me ha de llevar
de tu frente a tus labios
y de tu boca a tu hambre
cambiemos el truco por la magia
ahora que se le ven las costuras a esta mujer de hiedra, frescor y desmesura
y que ansía en tus brazos y entre tus labios
hallar cobijo
y estallar de calma.
Si el abandono es musa, tú eres luz.
ResponderEliminarBesos
Explosión silenciosa de color y magia...
ResponderEliminarhey, me gusta mucho
... hiedra, frescor y desmesura
ResponderEliminartremenda belleza.
Magia y cobijo, no son incompatibles...
ResponderEliminarAy, ay, ay... en tus pozos del destierro más buscado...
ResponderEliminarBúnker de huracanes propios...
La foto también para 2x2.
Un saludo.
Salgo de mi escondite.
Mi admiración, hay versos muy bellos, sobre todo los seis finales. Para el aplauso eso de "costuras a esta mujer de hiedra, frescor y desmesura".
ResponderEliminarBeso
Que alguien se abandone cuando está conmigo lo encuentro glorioso.
ResponderEliminarGenial eso de "cambiar truco por magis", parece lo mismo pero es tan distinto.
Pd: Me ha encantado que lo primero que he leido en tu casa ha sido la frase de arriba de mi borracho preferido.
me mancho de vuestro aliento
ResponderEliminarme desnuco febrilmente con cada palabra que me regaláis
me contagiáis de vida
hacéis que brille mi suciedad y mi cansancio
y que parezca neón
y aunque peco de desagradecida
os llevo dentro,
en el segundo espacio intercostal
donde duelen las cosas buenas
los ataques de alma, los latidos
y el bombeo de esa tinta espesa y oscura
que circula por nuestros adentros.
gracias
Julia
Sabes que no es mi vía habitual, pero el tumulto era atractivo. Enhorabuena, me ha encantado, bonita.
ResponderEliminarrealmente vives muy cerca de un paraíso, el mar parece más vivo lejos de la orilla que estoy acostumbrado a ver. No me extraña en absoluto que puedas escribir así. No te digo más nada porque no sé qué decir, tus poemas atraviesan mi silencio para clavarse en algún sitio. un abrazo
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