martes, 17 de diciembre de 2013

de tu vicio, virtud



De tu cuerpo, el arrecife en el que desgarrarme la vida
De tu ausencia, el sentimiento de erosión por algo soñado
De tu abrazo, la azada que cava en mi entraña con osadía
De tu corazón, ramo de sangre que me atosiga y aroma
De tu mirada, la medicación paliativa del moribundo
De tu aliento, la sobredosis del yonki en el callejón
De tu madrugada, rastro de ropa interior y alevosía
De tu promesa de hulla, la marca rabiosa que deja el escepticismo

Tan desarrapada, tan inmersa en el nudo
Tan desguarecida, en canal, la pena sajada,
autopsia emocional de mi fondo
y en el espejo una desconocida.

De tu herrumbre, siglo XXI del postromántico que aún insiste, resiste y se agota
De tu torpeza, el llanto que mana de mí cual manantial de insano y salado esperma
De tu disparo, un dolor que me atraviesa de puerto a puerto
De tu hartazgo, mi más desesperada derrota
De tu sádica proeza a la hora de amarme, un estigma maldito que grita puñales
De tu mayestático don del arreglo al desperfecto, una hembra tan hostil como sumisa y abierta de puerta sin llave
De tu embestida a la noche, un flagelo al alma que reconcilia la nada a la nada,
De tu envolvente verbo, una inocencia amarrada al rubor postizo de las horas enfermas
De tu impulso descarnado, un aplauso que gime en daño

Del lugar que no existía, un oasis de olvido inventado en la memoria de una suave ramera que en ti deviene
De las palabras que supuras en la fiebre, un paño caliente entre las piernas de la certeza que no se tiene


7 comentarios:

  1. una hembra tan hostil como sumisa y abierta de puerta sin llave

    te acercas tanto a lo que llevo dentro y que, a veces, no sé decir.

    De tu poesía, me pasa como a Lila, La amo toda.
    Eres brutal!!
    y te quedas con todos los otoños,

    besos querida Julia

    ResponderEliminar
  2. Tan brutal como siempre. No cambies ;)

    ResponderEliminar
  3. Quién se negará a ser un eterno afiebrado...

    ResponderEliminar
  4. desvergonzada:
    nunca dejes de amar ni de padecer. así cuando te acuda la muerte
    podrás recibirla a lengüetazos.
    leerte es maravilla de carne roja y taberna.
    inmenso abrazo.

    ResponderEliminar
  5. últimamente no veo versos, solo colores, gracias.

    ResponderEliminar