Me
gustaría amarrarme a ti como se amarra un barco en el puerto un día de temporal
y encintarme de la calma y la osadía necesarias para pelear las corrientes de
palabras que se atragantan. Y desvirgar la pena y las horas muertas para aprender
de su sabor sus esquinas.
Será que me tiembla dentro una plañidera de tu piel.
Será que eternamente es ahora y no llega el abrirse de bocas y universo. Que tu
amor me limpia y me corta, pobre paria que te pide una asfixia o un sol que
contenga tu incendio o todos los veranos. A trasluz observar el deterioro, los
defectos, los errores, lo humano. El corazón es un órgano que se nos cansa y el
pasado un camposanto de moratones melancólicos que ya nadie quiere curar.
Tras
la poda de los dolores no me quedará gran cosa, si acaso papel manchado de
tinta, papel que menstrúa miedos y tristezas apretadas que me aplastan el
pecho.
Seré agua, sacrificio, delta de hembra que sugiere urgencias que
siempre inventan los cuerpos. Porque el cuerpo se duele de distancias y vacíos. Porque el cuerpo grita.
Traía premura en la piel, ahora sólo adiestro mis suspiros. Manoseo los cauces
del desespero. El día nace miserable y te toca envuelta en fiebre. Cuatro
paredes, puerta, ventana, gemido. Como una música antigua que venga a morir con
nosotros. Como una música hecha de hoces y jadeos. Porque el dolor es una bestia magnífica y bajo ella resplandeceremos,
quiero creer. Porque palpando oleajes, sin rumbo ni patrón, pronto o tarde,
llegaremos, quiero pensar.
Eterna
y despiadada barricada que trenzaré a la migraña de perderte, ya has llegado.
Magnífico.
ResponderEliminarAbrazo y beso :)
Preferiría atarme a su amor y dejarme lleva, a que me recorten de esta forma hasta dejarme algo liviano sin sustancia... UN abrazo.
ResponderEliminarUna de los textos que mas he disfrutado aquí en tu rincón. Ya pueden ser todo lo recurrentes que se quieran, las referencias al mar son sublimes si están bien llevadas.
ResponderEliminartus metáforas sangrientas me encantan
ResponderEliminar"Porque el dolor es una bestia magnífica y bajo ella resplandeceremos"
ResponderEliminarEs terrible y precioso al mismo tiempo lo que dejas ver en tus escritos
b r u t a l
ResponderEliminarTe dejas la piel en cada palabra, metáfora, desgarradura.
Creo que tras la poda de los dolores queda lo mejor de nosotros, no sé por qué algunos aprenden a vivir desde el dolor.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Amarrarnos para estar contra viento y marea, suele dejar grandes cicatrices en proa, en la popa, a babor y estribor, y por más que restauremos o lijemos con piedra las astillas será el dolor la dulce voz de los ocasos.
ResponderEliminarBesos querida Julia
Desde la primera frase... enganche absoluto. Lo leo y lo releo.
ResponderEliminar