domingo, 19 de septiembre de 2021

Amor constante, más allá de la muerte - Francisco de Quevedo

Cerrar podrá mis ojos la postrera

sombra que me llevare el blanco día,

y podrá desatar esta alma mía

hora a su afán ansioso lisonjera;


 mas no, de esotra parte, en la ribera,

 dejará la memoria, en donde ardía:

 nadar sabe mi llama la agua fría,

 y perder el respeto a ley severa.


 Alma a quien todo un dios prisión ha sido,

 venas que humor a tanto fuego han dado,

 medulas que han gloriosamente ardido,


 su cuerpo dejará, no su cuidado;

 serán ceniza, mas tendrá sentido;

 polvo serán, mas polvo enamorado.








miércoles, 8 de septiembre de 2021

Ven desnudo a firmar la paz

 




que de los alcoholes de tu cuerpo pretendo aprenderlo todo
haciendo ruido y molestando bonito
si tengo la poesía y te tengo a ti, tengo lo inmenso
y un festín de Babette
llenar una copa de vino y detener el mundo
que la primera es para la sed
la segunda para la alegría
la tercera para el placer
y la cuarta para la locura

tiempo para llorar derrotas tendremos
pero aquí y ahora
tenía tantas ganas 
en aquel cuarto sin luz
de morder en silencio
de ser 
de deletrear el verbo deleitar 
de lo lento de lo largo de lo ancho 
que puede ser el momento
descalza me alejo y radiografío tu sueño y tu respiración
ya sé doblar horizontes como si ropa
como si esquinas
trotar suave, yegua dulce inesperada 
cauce de carne entregada
que vengo a usarte y a darme uso

yo soñando ser la zona imprescindible
y mi corazón tu esponja
y hundirnos profundo
que contigo no hay cama extraña
y  todo es sendero de salpicaduras que me guía
al abismo de balconada
que vengo a por el gesto, que no la gesta
por la carne que no se escribe ni describe
que solo habita la bella agresión
que a cada paso que naufraga en tu cuello
descubre un subterfugio
que procuro todo lejos, menos el fuego
y te busco tan dentro y hondo
porque nunca fuimos ni seremos simulacro,
si acaso fango, tango y refugio.