eso que late y tiene el tamaño de un puño
de paredes gruesas y contráctiles que funciona como una bomba
sístole
diástole
Acabo de fabricar un altar en la alegría. Todos los bailes de deriva. Los vuelos tristes de vuelta. Me alcanzo en un abrazo que recoge los flecos de las rabias. Aquí casi no llueve pero yo te trepo con la energía de un bambú. Es el tallo leñoso que más crece, como mi ilusión y mi deseo. Soy la ráfaga que barre la pena en tu salón. El arabesco de todas las miradas. Todo lo recuperaremos en la noche de los animales que huyen. El pulso sin descanso, suena ahora. El óxido no descansa, pero el amor tampoco.
Para mí el lujo de los besos severos. Para mí un manantial de fuego que me susurre hasta el hueso.
Que me despeine el corazón y sus linderos. Que vengo con un marfil y un rojo. Soy puesta de sol. Soy puesta de vino. Cabellos caballos. Fuego hablante.
El idioma de la piel cuando se eriza quiere ser mi mantra. Om Mani Padme Hum.
Mi corazón bien negro, a gatas, te recorre, se embarra, se embriaga, se despeña, se desvive, se descubre, es.