sábado, 28 de agosto de 2010

Pregúntale al polvo - John Fante

Daban asco aquellas naranjas. Ya sentado en la cama, hundí las uñas en la fina corteza. La carne me temblaba, se me hacía agua la boca y la vista se me nublaba sólo de pensar en ellas. Cuando mordí la pulpa amarillenta, me sentó igual que una ducha fría. Oh Bandini, dirigiéndome al reflejo del espejo de la cómoda, ¡cuántos sacrificios por el arte! Habrías podido ser un rey de la industria, un príncipe del comercio, un gran jugador de béisbol de primera división, el pichichi de la Liga Americana, con una media de 415, ¡¡pero no!! Hete aquí viviendo como un gusano día tras día, genio del hambre, fiel a una vocación sagrada. ¡Tu valentía es envidiable!

Carbono - Heidi James

"Cualquiera con una mente sana debería quitarse la chaqueta mojada de las relaciones y quedarse solo, sin sentido pero al menos honesto".

miércoles, 25 de agosto de 2010

Caboteando - Ben Clark

he soñado otra vida diferente.
mi único propósito: viajarte.
de tu boca a tu pecho,
de tu pecho a tu vientre
y de tu vientre al mundo.

a recorrer sus calles con sombría
tez y pequeñas nubes sobre el hombro.
a pudrirme en un centro comercial
y desde allí, sin duda, al bar de siempre.

un buque monocasco
roído, desgastado e inseguro.

por cien puertos infectos me arrastro cada día.
me queda sin embargo lo soñado
y lejos una cala resguardada;
un puerto natural de aguas turquesas
me espera, sé que espera.
y después de ese puerto los dos cabos,
y mucho más allá,
al sur,
la cueva.

Doce versos para Maupassant - Ben Clark

El único consuelo es comprenderse
permitiendo, eso sí, un margen de error
donde quepan los jueves neurasténicos
de mayo, los reproches adiposos,
las lecturas frugales de novelas
y el sexo renegado del kiosco.

Y muy de vez en cuando, con cautela
-tras seis o siete copas, nunca menos-,
adivinar cuál fue nuestro pasado,
al salir a la noche como cuervos
que odian la poesía cuando mienten
y escriben en el hielo que hay futuro.

sábado, 21 de agosto de 2010

Picnic extraterrestre - Hermanos Strugatsky

“¡Felicidad para todos, gratuita, y que nadie quede insatisfecho!”

"Un picnic. Imagine un bosque, una pradera. Un coche sale de la ruta y se de él baja un grupo de gente joven, con botellas, cestos de comida, radios a transistores y máquinas fotográficas. Encienden fuego, arman carpas, ponen música. Por la mañana se marchan. Los animales, los pájaros y los insectos que los han estado observando horrorizados durante la larga noche vuelven a salir de sus escondrijos. ¿Y con qué se encuentran? Nafta y aceite derramados en el pasto. Válvulas y filtros usados, estropajos, bombitas quemadas y alguna llave inglesa que alguien olvidó. Manchas de
aceite en el estanque. Y también, por supuesto, las basuras de costumbre: corazones de manzana, envolturas de caramelos, restos chamuscados de la hoguera, latas, botellas, un pañuelo, una navaja, periódicos destrozados, monedas, flores marchitas recogidas en otra pradera.
- Ya entiendo; un picnic junto al camino"

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? - Philip K. Dick

"Todo es verdad. Todo lo que las personas han pensado alguna vez"

"Somos máquinas, estampadas como tapones de botella. Es una ilusión ésta de que existo realmente, personalmente. Soy sólo un modelo de serie."

"Soy un azote, como las plagas, como el hambre. Adonde voy llevo la vieja maldición. Mercer lo dijo: estoy obligado a hacer el mal. Todo lo que he hecho, ha sido siempre malo. Desde el comienzo. "

"En la penumbra, el cazador de recompensas parecía un hombre corriente, no peligroso. Cara redonda, lampiña, rasgos suaves, como de burócrata. Metódico pero informal"

Tiempo de Marte - Philip K. Dick

"...Ahora comprendo que es la psicosis: una alienación total de la percepción respecto de los objetos del mundo exterior, sobre todo de los objetos que importan: la gente afectuosa ¿Y qué ocupa su lugar? Una espantosa preocupación por... el inacabable ascenso y descenso de la marea del propio ser. Por los cambios que surgen de dentro y sólo afectan al mundo interior. Es una escisión tal de los dos mundos que ninguno registra los movimientos del otro. Ambos siguen existiendo, pero cada cual por su cuenta. Es la detención del tiempo. El fin de la experiencia, de cualquier cosa nueva. Una vez que una persona se ha vuelto psicótica, ya nunca le ocurrirá nada".

miércoles, 18 de agosto de 2010

Concierto a la de 8 - Charles Bukowski

se abre la tapa de la
gran tinaja
y sale a trompicones un
niño Dios.
se lo echo a mi gato
que lo zarandea en el
aire
pero pronto se aburre de
que no
responda.
se acerca el fin de
febrero de un
año hasta la fecha
trivial.
no hay por ningún sitio una
maldita guerra que merezca la pena.
enciendo un puro italiano,
es largo y fino, tiene un sabor amargo.
inhalo el espacio entre
los continentes,
estiro las piernas.
es en momentos
así -uno nota cómo
ocurre- cuando en cierto modo
nos transformamos
en algo extraño e
innombrable;
de modo que cuando llegue la muerte
sólo se pueda llevar
parte de
ti.
exhalo un perfecto
aro de humo
mientras una soprano me canta
por la radio.

cada noche tiene un sentido
o si no nos volveríamos todos
locos.

180 dólares al cuerno - Charles Bukowski

he perdido hasta el culo en las carreras y
ahora estoy sentado con gripe
escuchando a Wagner por la radio
tengo un calentador pequeño que no deja de zumbar.

no estoy muerto todavía
todavía no he muerto
quiero ver más rótulas bajo
tensas medias de nylon.

me estoy reagrupando,
estoy soñando con el contraataque.

he perdido hasta el culo en las carreras
la Sierra Madre me sonríe
he perdido hasta el culo en las carreras
he atravesado todo un muro de derrota.

esta mañana he visto un gato muerto
con las patas delanteras cortadas
estaba tumbado junto al cubo de la basura
cuando he pasado.

éste es el juego más duro
la derrota crece como las flores
las putas están sentadas en sillones ante sus umbrales
Atila el Huno duerme con careta de goma por la noche.

Wagner murío, Rimbaud dejó de escribir, Jesucristo lo escupió.

hoy he perdido hasta el culo en las carreras
y me ha venido a la cabeza toda la historia
del derroche y del error
y de los sueños ahogados.

lo queremos sin ningún problema
y éste es el juego más duro.

el pequeño calentador zumba
mientras fumo
mirando las paredes.

Dr. en medicina y cirugía - Ben Clark

La vida siempre apuesta por la vida.
En caso de hemorragia nuestro cuerpo
irá sacrificando,
                       uno a uno,
sus órganos vitales,
para así alimentar nuestro cerebro
unos segundos más.
                             Es complicado
escribir un poema donde quede
reflejada esta idea. Pero sirve,
sin embargo, en las tardes otoñales,
cuando todo parece estar muriendo
y el amor se pasea en gabardina,
sirve leer un libro y descubrir
que hay algo indefinido que jamás
se deja convencer, que no se rinde,
un instinto suicida que no atiende
a ninguna palabra salvo vida.

sábado, 14 de agosto de 2010

José Saramago

No diré:
que el silencio me sofoca y me amordaza.
Callado estoy, callado quedaré,
ya que la lengua que hablo es de otra raza.

Las palabras consumidas se acumulan,
se contienen, cisterna de aguas extinguidas,
penas ácidas en limos transformadas,
fondo vaciado con raíces torcidas.

No diré:
que ni siquiera el esfuerzo de decirlas merecen,
palabras que no digan lo que sé
en este retiro en que no me conocen.

Ni sólo lodos se arrastran, ni sólo limos,
ni sólo animales flotan, muertos, miedos,
turgentes frutos en racimos entretejidos,
en el negro pozo desde donde suben dedos.

Sólo diré,
crispadamente recogido y mudo,
que el que se calla cuando me callé
no podrá morir sin decirlo todo.

El significado de todo - Charles Bukowski

he nacido junto a perros fríos y
vías de ferrocarril.
he nacido para vivir con los
desahuciados.

he nacido entre rostros
más feos que cualquier cosa
que la vida pudiera
concebir.

he nacido para ver al caballo 7
romperse la
pata
a las 3.42 de la
tarde.

he nacido para perder a otra
mujer;
la ropa ya no está en el
armario,
las horquillas,
cremas,
pintalabios,
anillos,
han quedado
atrás.

he nacido para bailar sobre
una pierna.

he nacido para repantingarme
y mirar las moscas
las ranas
y las cucarachas.

he nacido para cortarme los dedos
con los bordes de
latas de atún.

he nacido para andar por ahí
con las entrañas
reventadas
de cabo
a rabo.

he nacido una
y otra
y otra
vez.

Pilar González

Me he conocido
y me he dado cuenta de mi profundidad
porque constato que estoy en mi superficie
¿Qué hago aquí?
Nada
Nado
¿Y al fondo?
Todo.

jueves, 5 de agosto de 2010

Agresión - Charles Bukowski

en mala forma. enfermo. apenas me las arreglo para
mantener el ánimo
aquí en Hollywood
aquí en DeLongpre Avenue donde viven las enfermeras
donde viven los realizadores experimentales
donde los árboles, acalorados y tristes, viven al sol.

aquí donde pasan por delante las sillas de ruedas
desde el geriátrico calle arriba.

¿hasta cuándo Chinaski?
¿cuántos amores más caídos del cielo?
¿cuántas mujeres más?
¿cuántos días y años más?

el dolor entra por las persianas de esta habitación.
lo noto en los brazos,
lo oigo traquetear en el ventilador barato.

me vienen recuerdos y me levanto y doy una vuelta.
no puedo dejar de andar
de una punta a otra de la habitación.

antaño fui un hombre satisfecho de estar solo.
ahora me han abierto de golpe,
todo tiene aristas.

me tiene en su poder:  loco y atrapado.

me han sacado de quicio.
se están empleando a fondo conmigo.
el ataque es furioso e incesante
y mudo.

los ríos rebasan los diques.
el sol huele a queso chamuscado.
diez mil rostros en los bulevares.
vivo con criaturas cuya existencia
nada tiene que ver con la mía.

no dejo de caminar por esta habitación.
apenas si puedo respirar.

he dado nombre a mi dolor.
lo llamo "Agresión".

Agresión, le digo, ¿te importaría ir a dar una vuelta
y dejarme en paz?
¿te importaría ir a dar una vuelta y
acabar bajo las ruedas de un tren?

mis pocos amigos creen que soy un tipo gracioso.
cuéntame algo de Chinaski, le piden a mi novia.

bueno, dice ella, no hace otra cosa que estar sentado en el sillón
y quejarse.

se ríen.
hago reír a la gente.

Agresión, digo, ¿quieres comer algo?
¿fuiste un caballo de carreras?
¿por qué no
duermes?
¿descansas?
¿te mueres?

Agresión me sigue por el cuarto
se me sube a los hombros y me sacude.

a Lorca lo mataron en la cuneta pero aquí
en América los poetas nunca han cabreado a nadie.
los poetas no arriesgan.

su poesía huele a clínicas.
su poesía huele a clínicas
en las que la gente muere en vez de vivir.

aquí no asesinan a los poetas.

ni siquiera reparan en los poetas.

salgo a la calle a comprar un
periódico.
Agresión me sigue.

nos cruzamos con una chica preciosa en la acera.
la miro a los ojos, ella sostiene la
mirada.

está fuera de tu alcance, dice Agresión, eres un viejo,
eres un viejo chalado.

soy consciente de mis años, respondo con cierta dignidad.
sí, y también eres consciente de la muerte.
vas a morir y
no sabes adónde vas
pero yo voy a seguir a tu lado.

eres un hijo de puta, le digo, ¿por qué me tienes
tanto cariño?

compro un periódico y regreso.
lo leemos juntos.

¡ah, compañero mío!
nos bañamos juntos, dormimos juntos, comemos
juntos, abrimos
las cartas juntos.
escribimos poemas juntos.
leemos poemas juntos.

no sé si soy Chinaski o
Agresión.

hay quien dice que adoro mi dolor.

sí, lo adoro tanto que me gustaría dártelo
envuelto en un lazo rojo
envuelto en lazo rojo sangriento
te lo puedes quedar
te lo puedes quedar enterito.
no lo echaré de menos.

me esfuerzo por deshacerme de él, créeme.
tal vez te lo meta en el buzón
o lo lance al asiento de atrás de tu coche.

pero ahora
aquí en DeLongpre Avenue
sólo nos tenemos
el uno al otro.

Hacha y espada - Charles Bukowski

cruzar un glorioso umbral
en olor de multitudes
rara vez da
buen resultado. comer una manzana
a veces
lo da.

el hacha falla por un pelo
y rompe la chimenea de la
casa de una señora.
luego rebota,
te hiende
otra vez, ahí está,
sí, ahí
está
otra vez.

¿cómo empezar de cero?
¿un magnum del 44?
¿una lata de cerveza?
en el museo del dolor
no se cobra entrada,
es gratis como la mierda de mofeta.

de los prostíbulos de París
a las ferreterías de Pasadena
de globos aerostáticos
a minas de diamantes,
de gritar a cantar
de la sangre a la pintura
de la pintura al milagro
del milagro a la maldición.

la gente camina y habla
hecha trizas
trizas de gente cortada como
una tarta
acuchillada, ensartada y
deglutida.

estoy sentado en un cuartucho
escuchando un concierto de piano en la radio.
cada nota muerde,
pellizca; caes en el espejo,
apareces al otro
lado
mirando fijamente una bombilla.

Dios está sentado en Munich
bebiendo cerveza verde, tenemos que dar con
Él y preguntarle
por qué.

José Saramago

En la isla a veces habitada de lo que somos, hay noches, mañanas y madrugadas en que no necesitamos morir.
En ese momento sabemos todo lo que fue y será.
El mundo se nos aparece explicado definitivamente y entra en nosotros una gran serenidad, y se dicen las palabras que la significan.
Levantamos un puñado de tierra y la apretamos en las manos. Con dulzura.
Allí está toda la verdad soportable: el contorno, la voluntad y los límites.
Podemos en ese momento decir que somos libres, con la paz y con la sonrisa de quien se reconoce y viajó alrededor del mundo infatigable, porque mordió el alma hasta sus huesos.
Liberemos sin apuro la tierra donde ocurren milagros como el agua, la piedra y la raíz.
Cada uno de nosotros es en este momento la vida.
Que eso nos baste.

domingo, 1 de agosto de 2010

El ruido de un trueno - Ray Bradbury

" Eckels miró en el otro extremo de la vasta oficina la confusa maraña zumbante de cables y cajas de acero, y el aura ya anaranjada, ya plateada, ya azul. Era como el sonido de una gigantesca hoguera donde ardía el tiempo, todos los años y todos los calendarios de pergamino, todas las horas apiladas en llamas. El roce de una mano, y este fuego se volvería maravillosamente, y en un instante, sobre sí mismo. Eckels recordó las palabras de los anuncios en la carta. De las brasas y cenizas, del polvo y los carbones, como doradas salamandras, saltarán los viejos años, los verdes años; rosas endulzarán el aire, las canas se volverán negro ébano, las arrugas desaparecerán. Todo regresará volando a la semilla, huirá de la muerte, retornará a sus principios; los soles se elevarán en los cielos occidentales y se pondrán en orientes gloriosos, las lunas se devorarán al revés a sí mismas, todas las cosas se meterán unas en otras como cajas chinas, los conejos entrarán en los sombreros, todo volverá a la fresca muerte, la muerte en la semilla, la muerte verde, al tiempo anterior al comienzo. Bastará el roce de una mano, el más leve roce de una mano. "

Crónicas marcianas - Ray Bradbury

" Se llamaba Benjamin Driscoll, tenía treinta y un años y quería que Marte creciera verde y alto con árboles y follaje, produciendo aire, mucho aire, que aumentaría en cada temporada. Los árboles refrescarían las ciudades abrasadas por el verano, los árboles pararían los vientos del invierno. Un árbol podría ser tantas cosas: color, sombra, fruta, paraíso de los niños, universo aéreo de escalas y columpios, arquitectura de alimento y placer. Todo eso era un árbol. Pero los árboles eran, ante todo, fuente de aire puro y un suave murmullo que adormece a los hombres acostados de noche en lechos de nieve. "

A L L E S I N O R D N U N G

siento los minutos deslizarse entre mis dedos
es el tiempo que fluye raudo
hacia un torrente desconocido y terrible
es “esto” lo que media
hasta que llega la calma del anciano
como un buque fantasma entre la niebla
de un puerto lejano

todo está calculado, alles in ordnung,
la caja cuadra,
desgraciadamente

ya he olvidado el ronroneo del gato
y la receta del pastel de jengibre de mi madre

hay una fuga en mi vida
una rotura,
una puerta falsa por la que se evapora algo,
“algo” que en el fondo se intuye “todo”

es la velocidad lo que me aterra
pero no encuentro los pedales

mi vida en fuga.
Terrible.

Putas asesinas - Roberto Bolaño

" Las mujeres son putas asesinas, Max, son monos ateridos de frío que contemplan el horizonte desde un árbol enfermo, son princesas que te buscan en la oscuridad, llorando, indagando las palabras que nunca podrán decir. En el equívoco vivimos y planeamos nuestros ciclos de vida. "

Fahrenheit 451 - Ray Bradbury

" Constituía un placer especial ver las cosas consumidas, ver los objetos ennegrecidos y cambiados. Con la punta de bronce del soplete en sus puños, con aquella gigantesca serpiente escupiendo su petróleo venenoso sobre el mundo, la sangre latia en la cabeza y sus manos eran las de un fantástico director tocando todas las sinfonías del fuego y de las llamas para destruir los guñapos y ruinas de la Historia. Con su casco simbolico en que aparecía grabado el número 451 bien plantado sobre su impasible cabeza y sus ojos convertidos en una llama anaranjada ante el pensamiento de lo que iba a ocurrir, encendió el deflagrador y la casa quedo rodeada por un fuego devorador que inflamó el cielo del atardecer con colores rojos, amarillos y negros. El hombre avanzó entre un enjambre de luciérnagas. Quería, por encima de todo, como en el antiguo juego, empujar a un malvavisco hacia la hoguera, en tanto que los libros, semejantes a palomas aleteantes, morían en el porche y el jardín de la casa; en tanto que los libros se elevaban convertidos en torbellinos incandescentes y eran aventados por un aire que el incendio ennegrecía.
(...)
Se vio en los ojos de ella, suspendido en dos brillantes gotas de agua, oscuro y diminuto, pero con mucho detalle; las líneas alrededor de su boca, todo en su sitio, como si los ojos de la muchacha fuesen dos milagrosos pedacitos de ámbar violeta que pudiesen capturarle y conservarle intacto. El rostro de la joven, vuelto ahora hacia él, era un frágil cristal de leche con una luz suave y constante en su interior. No era la luz histérica de la electricidad, sino... ¿Qué? Sino la agradable, extraña y parpadeante luz de una vela. "