lunes, 6 de junio de 2011

Aníbal Núñez, poemas

 

2.000 light years from home
                                                             
                                                 The Rolling Stones

Náyade imperceptible emerges poco antes
del desayuno en sueños imposible
de guardar en las páginas del libro
de cabecera
                      Sota de la baraja rota
en la que mato el tiempo haciendo solitarios
gritando soliloquios trazando planetarios
viajes para los dos en un metro cuadrado

Nereida suburbana flor entre los escombros
sé de sobra el color que no tienen tus ojos
sé de sobra el sabor que tiene la presencia
de dos guardias civiles en cualquier estación
y fauno ciudadano sigo y sigo tu pista
y la pierdo en un charco de luces de... mercurio
o en una mala esquina que da a ninguna parte

En un astro lejano a dos mil años luz
hay dos platos dos velas y champán para dos

No sé cómo decírtelo dónde se meten las
cosas que ya te iba a decir y no digo...
...aunque de todos modos es igual:
he olvidado el camino
y el champán bostezando -no llegamos- explota
y las velas ya queman el mantel y los platos
-ya platillos volantes- cansados de esperarnos
se han largado y han vuelto
cada uno por su lado a su antigua alacena.

Enero, 1971



AA. en una esquina
 
Aquí, al volver el sol, han confluido
mi sangre con tu sangre de noviembre:
verde seco es vasija de otro verde
seco que abarca toda la costumbre
de renacer -cenizas son
los días diecinueve y cada noche
en que Saturno manda en las estrellas-

No hay lugar para ti y para mí juntos
en esta ciudad rota en la que somos
tú y yo, no lo mejor de cada uno
sino tú y yo. No hay sitio.

                                            Hay una esquina
que, aunque lugar de citas imposibles,
es el único punto que nos queda
para que la belleza del encuentro
y el dolor consecuente a la belleza
dignifiquen al menos nuestra ausencia.

 
Noviembre, 1974


Aquella música que nunca...

Aquella música que nunca
acepta su armonía es armonía:
arpegios que se miran en la luna,
trinos que se regalan el oído
son sucia miel, no música

Tienes ejemplos en las olas
que saben que su próxima batida
en el acantilado no es la última
ni la mejor de todas
                                   y en la lluvia
que da su aroma a tierra agradecida
y no puede sentirlo

                                   De la lucha
contra tus propios ídolos
nace toda, la única
armonía celeste: lluvia, olas
son insatisfacción, son melodía,
inagotable música.

 
De Definición de savia


Bien que te gustaría confiésalo lanzarte...
 
Bien que te gustaría confiésalo lanzarte
de bruces al abismo devorar para siempre
esas terribles ganas que humedecen tus sueños
y en tus pechos habitan enjauladas...

Dale suelta a ese inmenso poder embalsamado
momia viviente abre las compuertas:
verás cómo florecen dos volcanes
en el lugar que el hielo
cerrara la clausura y perdiera la llave...
Encárate al ariete que reclama en tu puerta
la entrada por lo menos en cada primavera:
verás cómo te llenas de caballos salvajes
y de luz que produzcan tus turbinas de sangre...

Pero, antes, mastica la medalla
de dirección prohibida que cuelga de tu cuello.

 
Marzo, 1970




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