Fuera donde fuera, aquel día andaba
por su propio pasado. Dando puntapiés a jirones
de recuerdos. Mirando las ventanas
que no hace mucho le habían pertenecido.
Trabajo, miseria y pocos cambios.
En aquella época vivían para sus deseos,
decididos a ser invencibles.
Nada les detendría. Al menos
durante muchísimo tiempo.
En la habitación del motel
aquella noche, de madrugada,
abrió una cortina. Vio nubes
cubriendo la luna. Se apoyó
en el cristal. Le traspasó un aire frío
que puso la mano sobre su corazón.
Te amé, pensó.
Te he amado mucho.
Hasta que se me acabó el amor.
a la vida, cierto. No me canso de recomendar, por donde viví y vivo, tu museo. Besos
ResponderEliminarY yo he estado atenta y leyendo por ahí la recomendación de Jojoaquin es que estoy aquí ~
ResponderEliminarTe sigo y de a poco voy leyendo las joyas que tenes en tu baúl.
Un beso o 2 #