viernes, 17 de agosto de 2012

carta del suicida - Gonzalo Rojas




Juro que esta mujer me ha partido los sesos.

Porque ella sale y entra como una bala loca,

y abre mis parietales, y nunca cicatriza,

así sople el verano o el invierno,

así viva feliz sentado sobre el triunfo

y el estómago lleno, como un cóndor saciado,

así padezca el látigo del hambre, así me acueste

o me levante, y me hunda de cabeza en el día

como una piedra bajo la corriente cambiante,

así toque mi cítara para engañarme, así

se abra una puerta y entren diez mujeres desnudas,

marcadas sus espaldas con mi letra, y se arrojen

unas sobre otras hasta consumirse,

juro que ella perdura, porque ella sale y entra

como una bala loca

me sigue adonde voy y me sirve de hada,

me besa con lujuria

tratando de escaparse de la muerte,

y cuando caigo al sueño, se hospeda en mi columna

vertebral, y me grita pidiéndome socorro,

me arrebata a los cielos, como un cóndor sin madre

empollado en la muerte.

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