teoría de los hospitales - Andrés Neuman
Te salvan y los odias: tan extraño
como ahogarse entre varios salvavidas.
Llegas y cicatrizan tus heridas
mientras otras distintas te hacen daño.
Por los pasillos y a través del baño
ese olor se te lanza en estampidas:
pese a las enfermeras, aunque pidas
auxilio, te anestesia con un paño.
Quieres quemar las camas, desesperas
en laberintos de etimología
y en los cuartos vacíos como esferas,
imaginas los pozos, las fronteras
que no has atravesado todavía
y pronto importa poco lo que eras
odiamos los hospitales porque en ellos nos golpea con fuerza toda la vulnerabilidad de la que tratamos de huir constantemente, hacemos de la fragilidad nuestra credencial de seres precindibles y asustados mientras cada gota despeñada desde un suero hidrosalino nos acerca vertiginosamente a esa silenciada condición de raza débil, a nuestro destino de muerte solitaria, de la que nunca deseamos hablar.
ResponderEliminarsiento la contundencia, me brotó así al leer.
beso
Miedo me da esa frontera desde la que un día, los hospitales serán cromos de historia en una cajita de cereales
ResponderEliminarBesos con tiritas