martes, 20 de noviembre de 2012

en silencio, tus caricias


yo no sabía que existías
no intuía que quebrarías mis escolleras con tu oleaje lírico
alevoso, inesperado y dulce
atrápame en el filo de tu indomable deseo
reténme en el borde de tu sucia inconstancia
justo cuando dudas
justo cuando me das la espalda

seca el llanto y repara
la áspera tristeza, el desespero y las viejas llagas
cuando todo en mí son calles agrietadas
mujeres desorientadas
y vacío en las plazas.

que si la vida amenaza con desfigurarnos
que si la vida es un incendio
yo respondo con la calma del vencido
que todo lo sabe, aunque tarde,
aunque acabado, aunque moribundo y penitente,
con el estertor del que ya se marcha
ahí el último resquicio,
ahí la escena que nadie esperaba,
ahí las lenguas desbocadas
ahí el hacha del verdugo
ahí la sirena
que siempre aguarda

y mi alma varada
que aprende, se arrastra, gime
y huye hacia ti
donde todo pierde su nombre

voy a repasar en silencio tus caricias
cállate, no digas nada.

4 comentarios:

  1. Qué maltratados tenemos algunos de nuestros sentidos, y qué falta hacen cosas así.

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  2. En tu espacio el silencio se hace tan elocuente. No lo conocía. Muy intenso.

    Besos.

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  3. Enjoy the silence. Tantear en el silencio y la oscuridad. Hay buen follaje. Un abrazo.

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