lunes, 19 de noviembre de 2012
cada poema - Álvaro Mutis
Cada poema es un pájaro que huye
del sitio señalado por la plaga.
Cada poema un traje de la muerte
por las calles y plazas inundadas
en la cera letal de los vencidos.
Cada poema un paso hacia la muerte,
una falsa moneda de rescate,
un tiro al blanco en medio de la noche
horadando los puentes sobre el río,
cuyas dormidas aguas viajan
de la vieja ciudad hacia los campos
donde el día prepara sus hogueras.
Cada poema un tacto yerto
del que yace en la losa de las clínicas,
un ávido anzuelo que recorre
el limo blando de las sepulturas.
Cada poema un lento naufragio del deseo,
un crujir de los mástiles y jarcias
que sostienen el peso de la vida.
Cada poema un estruendo de lienzos que derrumban
sobre el regir helado de las aguas
el albo aparejo del velamen.
Cada poema invadiendo y desgarrando
la amarga telaraña del hastío.
Cada poema nace de un ciego centinela
que grita al hondo hueco de la noche
el santo y seña de su desventura.
Agua de sueño, fuente de ceniza,
piedra porosa de los mataderos,
madera en sombra de las siemprevivas,
metal que dobla por los condenados,
aceite funeral de doble filo,
cotidiano sudario de poeta,
cada poema esparce sobre el mundo
el agrio cereal de la agonía.
... el limo blando de las sepulturas...
ResponderEliminar... el agrio cereal de la agonía.
La dualidad eros/thanatos hace que la poesía sea trasunto de la vida y la muerte a partes iguales. Aunque aquí predominen acentos elegíacos y sombríos.
Muy hermoso.
Al poema le caben todos los trajes...Un abrazo.
ResponderEliminarMe tumbo a la sombra de este árbol que no sabe de comedias, que hace crujir sus ramas cuando le pesan, y que deja caer sus hojas cuando el frío duele en ese sitio que no tiene nombre.
ResponderEliminarBesos