domingo, 9 de junio de 2013

TARA (o la inspiración del delirio)





Hace mucho que no habito mi cuerpo y tú sin darte cuenta. Me sorprendo arrebatada buscando huecos en la cama viendo como se desvanecen los límites de nuestra arruinada periferia, lo que vendría a ser -sin lirismos- perderse en la nada. Me hundí fuera de tu mar. Ahora silenciosos somos una versión instrumental de nuestro mejor momento.
Trenzadas las tardes de inconexos besos que yerran más que aciertan, nos sacuden como los ojos vendados de los amantes que me asustan y me inspiran precipicios. Siento que la perfección es tan inanimada como un cuadro de Hopper en el que nunca hubo viento.
Siempre supimos que en la grupa del dolor sólo cabe uno hasta que se nos pudre la pena, y nos vertimos en odio y desazón, y entonces ser abono para los días inciertos.  

Ahora que reconozco mis taras, todo es nacer una y otra vez y escribir con el estómago. Dicen que las heridas embellecen al guerrero. Y así me arqueo en busca de la luz que atraviesa ruinas como quien bebe del rocío de las hojas y se dibuja desiertos en la piel. Hay algo que se amarra por dentro con urgencia, y es la dulce carga de no estar hechos de mármol de Carrara. 
Desgajada me hallas y como quien alimenta una sombra, me culminas cuando ya no siento nada.

7 comentarios:

  1. La hora cansina, no sé dónde escuché eso, si lo escribí sobre la arena o sencillamente nunca existió.

    Miss, las palabras salvan la frase.

    TQ.

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  2. "Siento que la perfección es tan inanimada como un cuadro de Hopper en el que nunca hubo viento."
    Nada más que decir...

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  3. escribir como tú haces es de una valentía envidiable.
    abrirse las ventanas para expandir lo que habita en las entrañas.
    una maravilla más.
    gracias. inmenso abrazo.

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  4. mi querida encantadora mujer...
    te leo, y leo lo que jamás podría decir, del modo en que vos lo haces.
    y la foto.
    todo es una fatalidad hermosa.
    gracias.

    besos y abrazos

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  5. Ahora que reconozco mis taras, todo es nacer una y otra vez y escribir con el estómago.

    Eres valiente. reconocer las taras es saberse sin tapujos
    sin fingidas caretas.7Como siempre eres todo un hallazgo

    mil besos

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  6. Es verdad, en la grupa del dolor sólo cabe uno, pero hace sentir bien si hay alguien esperando cuando desmontes. Sin embargo, en eso uno es solitario, igual por eso Cortázar escribió que vivimos como morimos: solos. El tiempo es una acumulación, los papeles se amontonan sobre la mesa y a medida que pasa el tiempo perdemos energía para limpiar. O simplemente nos detenemos más en otras cosas. Parece que siempre hay música en los cuadros de Hopper, pero no, no hay una miserable nota y, como bien dices, no hay ni una gota de viento, ni un maldito susurro. En realidad todo me parecen naturalezas muertas. Pero no es eso lo que somos, no lo creo. Lo dices de una forma precisa: no estamos hechos de mármol de Carrara (no, de ninguna clase de mármol por deslumbrante y perfecto que fuera). Puede que nos sintamos perdidos, puede que estemos siempre perdidos y que saberse en alguna parte es sólo un error. Pero puede que eso no importe, que aunque se yerre, hay una casa definida en sus esquinas tras los montones de ropa, papeles y objetos acumulados. Hay un cuerpo con límites, evanescentes o no. Hay mares propios, próximos o lejanos donde todo puede hundirse alguna vez.
    Y hay besos que siempre serán ciertos, y que sólo cada uno sabe cuánto compadecen con sus heridas.

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  7. Sólo cabe uno en su dolor. Pero al leerte uno encuentra rincón donde ovillarse. Un abrazo.

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