Que no
pervirtamos los sabores,
Que busquemos los
orígenes y pliegues
Que no nos asuste
la convulsión perfecta del cuerpo
Que se derrama
exhausto, a bocajarro,
Manando vicio de
sus sienes
Cuerpo, forajido,
barro entregado
Que se deja a la
deriva del goce
Volcar el deseo
más primario
Servirlo de
entrante a la voracidad
Desnudar los
huecos y ofrecerlos sin fronteras
Abrazarnos de
raíces
Con palabras
alarido
No ser arenales
No ser rocosos
Atravesar el
dolor
Tan febriles como
vivos
Deambular la
guarida del otro a tientas
Con las pupilas
dilatadas
Desenroscarnos de
nieblas y maromas
Afilar la muerte
del anzuelo
No ser de azúcar
Marchitar la hora
vacía
Inventarnos
turbios cuando se ennegrece la noche
Despojarnos de la
esperanza que estrangula los Ahora
Que el corazón
sea una tea incandescente
Arrancarnos las
coronas
Manosear a la
fiera hasta volverla alimento
Cauce de
fantasías
Del deseo,
despliegue
No ser hacia
afuera
Rajar núcleo,
hacernos mapa
Huir de la vida
doméstica
Abandonar nuestro
extrarradio
Eterno despegue
Lamedores de
almas
Goteando océano
Abrirnos de
cabeza, entraña y vientre
Triángulos que
enloquezcan radares
Cascabeles
tintineando su veneno
Como gatas
ronroneantes
Con sus colmillos
travesura
Nucas temblorosas
que se mojan de verano
Rumiando
suciedades
Emborracharme de
tu saliva
Que el fuera de
nosotros sea intransitable
El movimiento
feroz en mandíbula y cadera
Dar tumbos en tu
cabeza mientras me vistes de verde
Romper balanzas
Fundirnos en rojo
Vibrantes y
frágiles
Mares que
engullen mástiles
Difíciles de
explicar
Desbaratar el
entresuelo del verbo
Sepultar con piel
lo cotidiano
Desordenar el
cabello y el cuerpo
Mientras se
enfría el mundo ahí fuera
Hieren las
ortigas y las rosas por igual
La caricia anida
en tu mano
Y es garra que
desmenuza la carne
Tumba tus
creencias heredadas
Alborota y desenhebra
la cordura
Que se nos mueva
el amor por dentro
Como un ave
salvaje
Islas y
navegantes de miel
La ternura
también empuja y empuja
Hermosos como
buganvilias enamoradas
Ninfas y titanes
que se baten en danzas devoradoras
Agitando espuma y
fuego
En crucifixión de
cuerpos
Heridos de vida,
siempre
¿y por siempre sajar la herida que ahonda dejar a un lado la vida?
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