domingo, 30 de junio de 2019

noches fieras




Lisergia bajo la bóveda azul.
Vengo a confesarme en tu cuerpo.
Un bosque se despliega sobre el asfalto.
El vuelo enloquecido de unas golondrinas
como imagen anclada a mi mente,
y yo las emulo
y aprendo y desprendo
el jadeo/mantra de la carne inquieta
y el deseo perpetuo 
en una habitación suspendida en el infinito
porque vengo a confesarme en tu cuerpo.

La ciudad es una salamandra trepando por mis piernas
y la luz gamberra dibuja un trencadís
en nuestros ojos sin pedir permiso,
como si debiera.

Vengo a morir en tu orilla.

Más dóciles que nunca en el vapor de los pieles,
maleables, puro barro,
creando nuestra propia niebla,
frondosidad que aisla,
tiempo que hemos detenido cual mimo en la plaza.

Rotundo idilio de animales bellos.
Enjambre irremediable.
Te pronuncio.
Música de picaportes
y la hembra, abrazo estrecho como las calles de la judería.

Que caiga la alegría a peso,
testimonio de la aceleración.
Hechos y deshechos a mano
en un arrebato de modernismo amoroso.

Desvestidos de callejuelas,
tan harapientos y gozosos,
sin fingir trascendencia
pues tenemos la fórmula taquicárdica para el deshielo,
justo ahora
y ahora es siempre
porque vengo a confesarme en tu cuerpo.

Dejé resina de copal ardiendo en la habitación
y ahora un tigre de sal arde entre mis brazos.
Un verso salvaje construye el vértigo en travesaños de caricias
y las miradas con retrogusto que me brindas.

Vengo a calmarte el mundo.
Vengo a confesarme en tu cuerpo.

Un mascarón indica el goce.
Tú eres mi casa.
Cuánto destrozo de belleza nos queda dentro.
No me apacigües, es lenguaje feroz,
el de mis ramas y raíces,
se agita una isla entre tus brazos,
se deja, se vence,
se confiesa y emerge.


5 comentarios:

  1. Miss, hace tiempo que te conozco y te tenía perdida. No recuerdo si en aquella época ya vivías en Ibiza. En cualquier caso, ¡cómo has crecido en tu arte!. Este poema evoca una vida nocturna frenética y salvaje, un Berlín años '90 brutalmente derruido.

    Antes tenía un blog de malos relatos y ahora uno de malos poemas. Te enlazo y te invito.

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  2. Desgarros en la noche en el sol en la piel vencida.

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  3. Qué puñetera maravilla,maldita sea mi estampa.

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