viernes, 22 de octubre de 2021

Demasiado






A esta hora de la noche ya sabemos lo que hemos sacado del día, como si fuera un pozo en el que nos sumergimos, con ansiedad y deseo. La noche es una copa de mal, escribió Vallejo, será por eso de la sed. Ahora ya con la piel fina, traslúcida, tan gastados, tan desnudos, se nos ve el amor y todas las rabias. Soy, cuerpo que se ovilla, pergamino entre tus dedos. La carne, surco y sendero. Suena Afghan Whigs, arando el silencio sin cuidado. Como si reventaran las ventanas y el viento levantara las páginas aún no escritas, una provocación. Las palabras, una ropa por desgarrar desgarrándose. Las yemas que arden en recuerdos. Los ojos que se lanzan del rascacielos de la memoria, una y otra vez, esa pólvora que prende. Y caer, a lo hondo en esta hiperbólica distancia. Porque sé que el caos resplandece como el más voraz de los fuegos. Y sé que en el kief de nuestra mirada queda todo. Prensado. Prieto. Amarrado. El deseo hecho de tungsteno habla el idioma del labio encarnado. Hoy solo sufro el ayuno de ti. Este tumulto en mi esternón. Como un rugido que inunda el mundo y nadie oye. 
Te amo violentamente. 


 

5 comentarios:

  1. Ya lo dijo Lorca , "Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse, como a una ventana llena de sol”. Hermoso blog.

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  2. No sé definir la emoción que me genera entrar a tu blog y ver que seguís publicando escritos. Agradecimiento, tal vez.

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  3. Temblor desde el séptimo cielo de la memoria, cuando se hace piel violentada por la voz y la palabra

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