No vendrá. De verdad. No vendrá nunca. 
Mi cuarto es muy modesto para el éxito. 
Ni hallaría la casa tan siquiera. 
Mi cuarto es muy austero para amigos. 
Nadie viene a reunirse entre estos muros. 
Mi cuarto es también frío y muy pequeño. 
¿Cómo cobijar, pues, un gran amor? 
No es lógico esperar. No vendrá nunca 
un éxito, un amigo, un gran amor. 
Debiera de una vez cerrar la puerta.
 
 
Y mejor nos volvemos a sentar a seguir bebiendo, hasta que olvidemos, o recordemos.
ResponderEliminarSe que no es suyo, pero me cayo como miel al ojo.
Un placer.
Mosca