malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

lunes, 12 de octubre de 2009

THAT FEEL - Keith Richards/Tom Waits

Well there's one thing you can't lose
It's that feel
Your pants, your shirt, your shoes
But not that feel
You can throw it out in the rain
You can whip it like a dog
You can chop it down like an old dead tree
You can always see it
When you're coming into town
Once you hang it on the wall
You can never take it down

But there's one thing you can't lose
And it's that feel
You can pawn your watch and chain
But not that feel
It always comes and finds you
It will always hear you cry
I cross my wooden leg
And I swear on my glass eye
It will never leave you high and dry
Never leave you loose
It's harder to get rid of than tattoos

But there's one thing you can't do
Is lose that feel
You can throw it off a bridge
You can lose it in the fire
You can leave it at the altar
But it will make you out a liar
You can fall down in the street
You can leave it in the lurch
Well you say that it's gospel
But I know that it's only church

And there's one thing you can't lose
And it's that feel
It's that feel

domingo, 4 de octubre de 2009

Poema Irène Némirovsky de Elena Medel

Yo soy Elisabeth Gille llorando tu marcha:
éstas son mis cartas de cumpleaños quemadas.
Yo soy tu hija pequeña sin regalos de Navidad.
Persiguiendo a los nazis, saltando la valla.
Yo soy David Golder arruinado tras tu muerte.
Yo soy un acorde de piano cualquiera
que, de repente, en Issy-L′Evêque suena.
Yo soy Danièle Darrieux tirándose a un ministro nazi.
Yo soy la familia Kampf en un baile malogrado.
Yo soy las lágrimas que derramaste
en una cámara de gas en Auschwitz.
Yo soy el espíritu de la mala suerte.
Yo soy, como tú, una judía atea.
Yo también me exilié por la guerra.
Y soy un susurro al oído y un cuento de Chejov
y las moscas del otoño en un suburbio de Moscú
y soy un perro y soy un lobo
y soy un trago de vino de soledad…
Y soy tu todo y soy tu nada.
Y soy el cabrón alemán que te mató.
Y el germen de la semilla de tu ser.
Yo también me marché de Kiev.
Yo soy tú y a la vez yo.
Yo soy un insecto que por noviembre
merodea en los crematorios.
Yo soy la elegancia, el clasicismo y la frescura
de la boca que Hitler mandó callar un día.
Yo soy Grasset quemando todos tus fonemas
cuando tus hijas aún duermen a tu sombra.
Soy tu mano que acaricia sus cabellos
y que, dedos traviesos, imagina un nuevo cuento.
Y digo que este poema es Irène Némirovsky
lo mismo que yo soy Finlandia en 1918
y tú eres un corazón más en un mundo vacío.