malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

miércoles, 26 de junio de 2013

allí donde el escombro es el amor


 


te aguardaré como quien espera 
el golpe que precede al dolor
con el punto de embriaguez que ofrecen 
los pulsos que nos brindamos mentalmente
hasta y hacia el éxtasis
habitaré el acorde
ya mecida y llena en la duna de tu palabra

mi corazón es un órgano que brama
un barco atorado en la niebla
que nunca soñó ser alondra,
perfume o pared que cubra la hiedra.

llévame al desfile de la náusea 
y muéstrame la soledad del loco que te habita
aquel que alimentas cuando nadie te ve
aquel que porta la herida que revierte en manantial 
y que no sanas por gusto
querencia y perversidad.
aquel que asfixias en tu ventana 
cuando sólo le muestras la luz devorada

me sabes
de noche tapizando la angustia 
y la angustia es un colador 
y mis manos siempre manchadas
me sabes
carne encendida
presa nerviosa que se vuelve señuelo

se condenó por dentro lo no gritado
y te pido que me llores entera con tu cuerpo
hazme rambla
y llévate hasta el fondo
en lo agitado del amor
porque la sangre cuando pesa no se elige
sólo aprieta

ahora que insólita me vuelves
en el hurgar audaz de los desconsolados
déjame un camino
por si la maleza

e imagínate viviendo
y estar dentro
cuando el amor era la espina del pescado
la flor en el barranco
la pasión de invernadero
y el agrio olor de lo hacinado

que el poema es la grieta 
el escombro
la bestia que moribunda
ahuyenta con su aliento
cualquier paisaje que no contenga estremecimiento




jueves, 20 de junio de 2013

la piel es un lienzo que grita



 /poema inacabado/

qué haré de ti que sientes la piel como un vestido que sabes arrancarte
qué haré de ti que te abres como el día, 
que gimes el parto del vicio diario que te infecta
con tal de vaciarte.
dónde te abandonaré desnuda y arrancada
dónde enterraré los secretos que me lanzas.

hallo la grieta en el horizonte
la mano palpa en mitad de una noche
busca el calor
busca la rabia

mi mente libro abierto a tus ojos
es la piel el lienzo que grita
mientras tan lúcidos
tan vívidos
tan inacabados
nos seguimos
así por dentro
rasgando

hallé la calma en el imposible que sostuve entre mis brazos
cuerpo, puerto, ansiedad o desembarco

allí, donde trémula y desgastada
brillé de nuevo
y ya no hay miedo, candado o desespero,
sólo un alma gozosamente desvalijada.
 

miércoles, 12 de junio de 2013

hacia las corrientes































de este modo, grave y pensativa,
más tibia que el aceite o el agua, 
he descansado, babeando por el agujero de mi boca.
Anne Sexton




Me llevé a mí misma hacia las corrientes
con mis ropas sucias, con mis sonrisas como manojos de llaves oxidadas
con las que morir tratando de abrir tardes tristes o cielos o bocas.
Me llevé para que el mal tiempo me inundara
Quise traducir mis lamentos y tribulaciones en versos que cruzan la carne.

Quise la caricia en el hueso.

Allí puse mi verdad como carnada
y tú alzándote como puro animal hurgaste en mi aliento
con tus venas, ríos turbios,
tan vibrantes
tan capaces.

No más amor de seconal, prefiero el destierro en tu cuerpo.
No más paños mojados cuando esta es mi fiebre.
Porque en esta realidad bifronte
escogí el lado de la caída
el no paisaje que besa la pared
el envés de la coraza
el roce en el adentro.
Escogí rendir tributo a tu incendio
aquel que ulula entre mis piernas
el que urde el rapto de mi mesura
para desandar las calles que marca la piel
para hacer simiente de la herida
que supura algo más que daño y memoria.

Para perforar el miedo
para agitar el núcleo
en las corrientes me abandoné.


domingo, 9 de junio de 2013

TARA (o la inspiración del delirio)





Hace mucho que no habito mi cuerpo y tú sin darte cuenta. Me sorprendo arrebatada buscando huecos en la cama viendo como se desvanecen los límites de nuestra arruinada periferia, lo que vendría a ser -sin lirismos- perderse en la nada. Me hundí fuera de tu mar. Ahora silenciosos somos una versión instrumental de nuestro mejor momento.
Trenzadas las tardes de inconexos besos que yerran más que aciertan, nos sacuden como los ojos vendados de los amantes que me asustan y me inspiran precipicios. Siento que la perfección es tan inanimada como un cuadro de Hopper en el que nunca hubo viento.
Siempre supimos que en la grupa del dolor sólo cabe uno hasta que se nos pudre la pena, y nos vertimos en odio y desazón, y entonces ser abono para los días inciertos.  

Ahora que reconozco mis taras, todo es nacer una y otra vez y escribir con el estómago. Dicen que las heridas embellecen al guerrero. Y así me arqueo en busca de la luz que atraviesa ruinas como quien bebe del rocío de las hojas y se dibuja desiertos en la piel. Hay algo que se amarra por dentro con urgencia, y es la dulce carga de no estar hechos de mármol de Carrara. 
Desgajada me hallas y como quien alimenta una sombra, me culminas cuando ya no siento nada.

lunes, 3 de junio de 2013

blindar la luz


scrisse, amò, visse
Stendhal

existe un modo preciso de capturar el detalle y vibrar
un abrazar el momento que deviene en forcejeo hermoso
un pulso que es dopaje lírico
el tour de force adictivo de no ser impermeables a nada
tan desnudos, abiertos, expuestos
como respirar a través de la herida. 

sabernos mortales
y morir en el verso
a pulmón libre
hacerlo tuyo
hacerlo mío 
hacerlo de nadie.

retener una piel en los dedos, 
es hacer del tacto una carnal sinfonía,
guardar el frescor de un suelo,
una cama deshecha, 
el humo de una boca que nos acaba de amar,
un romper de ola,
el arco iris que dibujas entre mis llantos y sonrisas,
la mirada que nos mató una noche,
el sol inundando la ventana 
y los cuerpos que laten y arden bajo la ropa
como un géiser que está naciendo. 

pero no ser extravío en las fallas de la memoria

así recorremos nuestras ciudades interiores
así crecemos densos y exhuberantes sobre el cemento
así cavamos subterfugios en la ausencia
con alimentos furtivos para nuestras almas errantes

cuando se vierte la luz
y nos quedamos sin referencias
cuando nos aturde un amanecer
o nos desorienta el desconsuelo ajeno
impregnados de palabras y esquinas muertas
ahí están
esos pedazos de cielo que robamos
para llevarnos a la boca,
en los corredores del entusiasmo
que justifique el día
y a la noche provoque.




//dije que sería ácida y cruel
frondosa y templada
dije que pasearíamos por los precipicios
es ahí donde escuecen los mejores paisajes

el odio es el vacío, 
perros que ladran en la distancia.
mientras aquí dentro, 
tú, yo y las palabras, 
nos mordamos la vida
blindemos la luz 
y nos sintamos tan imposibles
habrá de eso que llaman esperanza.//

sábado, 1 de junio de 2013

NATURALEZAS MUERTAS





Estamos hechos de carreras que se dejan a la mitad por esprintar demasiado y de curvas tan cerradas que se convierten en cintas de moebius, y ya no sabemos si íbamos o veníamos,  como bajo el agua, que crees que subes hasta que te revientan los tímpanos.  Esto es sólo una enorme Sagrada Familia repleta de andamios y puntales, que siempre andamos retocando, fastidiando la foto perfecta, con nuestra ansia de perseguir horizontes y otras cosas que nunca se alcanzan. Almacenamos un blues y fotos rotas que nos da miedo tirar. Pequeños Diógenes incorporados que nos llenan de daño y remordimientos. 

Nos decimos en flujo interno: pero qué tristeza, joder.. Como si la vida fuera un día de pesca y nuestras redes estuvieran rotas desde el principio, y aún así, nos echamos a la mar, no inocentes pero sí ilusionados. Alma de feriantes y trileros, con circo sin animales y con acróbatas muertos.  Mirándonos en espejos que nunca se han roto y soñando pieles que nunca se han sudado, así se rompen las líneas negras de esta plegaria que nunca sirvió. Pensándolo bien no  hay ni equipaje, sólo rabia, raíces y fiebre. Arrancarnos de la tierra se complica cuando ya somos naturalezas muertas y estamos hechos de miedo, parches y estómagos de paja. Somos como esa página de bloc agujereada en quinto curso de tanto borrar y volverlo a intentar. Y es entonces cuando nada nos inspira más que la pérdida y el escenario apocalíptico de un adiós y decidimos que el pasado es un buen miembro con el que masturbarse. Deambulando por los pasillos, descalzos, clavándonos los ayeres cual fakir triste que no aprende a soportar el dolor.  Y así pasan los días, como páginas de un libro sin letra, sin la furia necesaria, dejando bailar ante nosotros otro abismo, imaginando el salto, imaginando la carrera que antecede, la potencia, el talón despegándose del suelo. La tensión en el gemelo, los brazos que muerden el aire y todo para acabar en el mismo sitio. Sin tren, sin salto y ya casi sin abismo.   

Y el hibiscus vomita otra flor en la terraza y los relojes blandos de Dalí en mi cabeza como una amenaza del tiempo que se escurre por el sumidero.