malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

martes, 28 de julio de 2015

apenas tres lágrimas y dieciséis volcanes
























Así, sin más. Tres cuartas partes de agua salada, un huracán enjaulado en el pecho, tres octavas de histeria cuando descontenida y un arrecife de ternura para los días de gris y melancolía violenta. Se abría de ventanas, ofrenda de carne al temporal, dádiva en el desconsuelo. Entrara luz o noche. Tramontanas o sirocos. Irresponsable en su dolor. 
Mantra: “descansar sobre tu pecho es el paraíso”. “Enredar dedos en cabello. Asalvajarnos. Dejarnos entrar sin forcejeo”.

Mira, estas son mis miserias. Tengo más.

Se me está oxidando la mirada. Los ojos verdes enormes de antaño, se achican como lagos en el desierto. La constelación de lunares se multiplica para que te quedes eternamente contándolos, mientras olfateas excitado mis vertederos de emoción. Y canalizo las horas bajas y las convierto en pértiga hermosa para abandonar glaciares y furias y otras cosas que no tienen nombre.

Aunque no nos llegue la ropa para cubrir las cicatrices, sabremos hacer hogar de las derrotas.

Leo a poetas muertos, la mayoría, como si me hablaran de ultratumba y me llenan de una aleación hermosa de paz y jolgorio mientras abren de piernas a la vida.
Con el regusto de la pesadilla enjambro amaneceres, los días sangran cuando nacen y sangran cuando mueren. Puedes oír cómo me inyecto de infinitos. Siempre somos eternos en el momento. Inmortales en el gemido. Imitando el rugido de la llama. Cosmos. Rematar el abismo con el arpón hermoso de tu energía. Haciendo morada del poema. Antiaéreo de palabras. Haciendo huida en el propio cuerpo, derramados en la alucinación del sinsentido.  

Leí esta mañana que el deseo esclaviza pero no conozco mayor cárcel que la desgana. Prefiero el hilo tenso, llámame equilibrista. El garabato de las lenguas que se buscan. La cuneta en la que agonizan los amantes mientras pasan los trenes gloriosos. El mapamundi de tu mentón a tu rodilla. El viaje de los ojos que se miran los fondos. Cualquier brillo de nuestros fluidos antes que el neón. Y que mi sed se enamore de tu espejismo.


Morimos pero a veces nos vamos dejando morir. Pretendo no olvidarlo. Pretende conmigo.

lunes, 20 de julio de 2015

el calor y la fiebre



Está el calor y está la fiebre. Hay cielos y hay jaulas. El agosto o la infección. El sudor o fabricar tú y yo la sal. Mares hambrientos que nacen en las bocas que pretenden hundir naves para inventar islas, leer estrellas y vientos.
Quiero hacerme con el verbo que dobla distancias y ansiedades. Aprender que mi vida es un plano secuencia que no puedo detener. Que existe un universo semihundido pegadito al esternón que tampoco sabré/querré frenar. Que el silencio es una lava que separa y momifica el momento. Ojalá detenida en lo salvaje. Descabalgar la rutina y hacer algo con los huecos. 
Absolutamente desesperada, es lo más yo que sé ser. Con un leit motiv capaz de incendiar glaciares. Bendita la rabia de verme esclava de tu alquimia, encontrar mi droga entre tus brazos, no sé si infierno o salvación, pero sí, rompeolas de la hembra que viene a dolerse. Bendita y rota, en la terapia de los veranos de la carne. Vamos a sobornarnos con momentos, apresados en ámbar para lo eterno. Justo ahí, el labio devorador. Justo ahí, la palabra que no se necesita. Ubicar las ganas en el meridiano exacto que cruza nuestros cuerpos. Y el silencio de las gargantas que se rompen. Seco el lago tembloroso del llanto de la perdedora. La fugacidad del momento será un tesoro. Me concentro en mi maleza, perdida y brutal. Nuestro aleph y después disfrazar a la bestia. Hacer del poema, tumba lírica para nuestros destrozos, tan ebrios de abismo.

Necia, que te aplastas el corazón entre las costillas con tal de enmascararlo y no venerar el latido. Ven a precipitarte en el poema, sin estribos, con tal de rajar la pena y que sea de todos. Torrentera del desconsuelo para pasear. Que la obscenidad de la página en blanco te da dentera. Palabra/ala de la obsesión, qué bonita te ves cuando no dices nada. Me resuelvo en ti tan ecuménica, tan cuadriculada. Dos cuerpos, cóncavo, convexo. Magia. Enamoramiento. Follar. Sin fondo. Vivir en el Maelstrom. Quiero la eclosión y cirrosis en el alma. Correr por la belleza sin tiempo.