malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

domingo, 30 de marzo de 2014

Y que mi voz sea un cierzo encendido



Vestida de mediocridad y domingo te vengo
y me arropo violenta
con los días que no me cubren
ni la sombra ni la sed.

Que de hembras templadas
no se fabrican los infiernos,
me dices.

Con un lenguaje hecho a mano
de quejidos y sudor,
me olvidé de buscarme en los espejos
y esperar al alba para ver quién soy.
Sin cicatería ajustarme la verdad
y sacar los perros que traigo
y que mi voz sea un cierzo encendido.

Labradora de escombros
mientras se me curvan por dentro los sueños,
de una vida llena de trapos sabré hacer torniquete o fortaleza.
Me aceptaré irremediable
pero voy a descoserme la boca del alma.

Traficar conmigo misma,
drogada de calma,
sabiéndome repleta de minas
que ocultan hembras bajo cortezas de desesperanza.
Fingir que el cuerpo sea embalaje
y el deseo sencillo derrame entre las piernas
no, ya no. 

Ser sangre
y que me perdonen.

Donde no llegan mis ojos, llegan los tuyos.

Me crece un desarraigo por dentro,
talud por el que se despeñan las angustias
y grietas como puertas que invitan a mi abandono.
Y la caricia delirante de los pensamientos que manosean mis fondos,
hasta la arcada, hasta el estremecimiento.
Ser la isla y ser la avalancha anunciada
que sofoque el arenal.
Prendida en la arritmia, con una rabia muy loca,
conquistaré mis descampados sin ternura, prometo.

En nuestro limpio desprendimiento de lo sombrío,
hasta la desenamorada luz lo inunda todo,
llena de culpa y de teatros.
El peso de los cuerpos que se vencen en dos actos.
Como un barco que se parte en mitad del amor.
Cafeteras que arden y murmuran caricias que imagino
en la cepa de mis desórdenes,
portadoras de revólveres viejos
para pintar de cicatrices cada intento.
Sobornaré a las crías que le nazcan a mi desgana 
que cobijo cual poderoso animal
y me sacudiré lo extraño para reconocerme en la piel vuelta
más descarnada y viva que nunca.
Excitantemente porosa y permeable a tu verdad, a mi verdad.

lunes, 24 de marzo de 2014

de hoces y jadeos




































Me gustaría amarrarme a ti como se amarra un barco en el puerto un día de temporal y encintarme de la calma y la osadía necesarias para pelear las corrientes de palabras que se atragantan. Y desvirgar la pena y las horas muertas para aprender de su sabor sus esquinas. 
Será que me tiembla dentro una plañidera de tu piel. Será que eternamente es ahora y no llega el abrirse de bocas y universo. Que tu amor me limpia y me corta, pobre paria que te pide una asfixia o un sol que contenga tu incendio o todos los veranos. A trasluz observar el deterioro, los defectos, los errores, lo humano. El corazón es un órgano que se nos cansa y el pasado un camposanto de moratones melancólicos que ya nadie quiere curar.

Tras la poda de los dolores no me quedará gran cosa, si acaso papel manchado de tinta, papel que menstrúa miedos y tristezas apretadas que me aplastan el pecho. 
Seré agua, sacrificio, delta de hembra que sugiere urgencias que siempre inventan los cuerpos. Porque el cuerpo se duele de distancias y vacíos. Porque el cuerpo grita. 
Traía premura en la piel, ahora sólo adiestro mis suspiros. Manoseo los cauces del desespero. El día nace miserable y te toca envuelta en fiebre. Cuatro paredes, puerta, ventana, gemido. Como una música antigua que venga a morir con nosotros. Como una música hecha de hoces y jadeos. Porque el dolor es una bestia magnífica y bajo ella resplandeceremos, quiero creer. Porque palpando oleajes, sin rumbo ni patrón, pronto o tarde, llegaremos, quiero pensar.

Eterna y despiadada barricada que trenzaré a la migraña de perderte, ya has llegado.

sábado, 8 de marzo de 2014

tipografía del caos




Cuando mi cuerpo sea un suburbio de tu vida,
una planta sin luz,
una habitación que muerda heridas,
con solo mirar la tarde por la ventana
sabré a qué saben las doce de la noche y las 3:33 de la madrugada

cuando tu cuerpo sea un absurdo
curtido, descosido y rematado
en mil hazañas,
y pernocten en tus noches los recuerdos
cual rameras que siempre marchan,
desfilarás por el desgarro con elegancia

mis ojos definen lluvia
sin ti se acota el universo
mis ojos definen lluvia
sin ti se acota el universo

rezarle al rocío que le llora a la copa que te calma,
detonar versos que sean peligro,
esculpir brillantes amaneceres en ataúdes que laten rojo,
mientras mis dioses ovulen trucos de trilero
a la salida de los cines donde tú y yo nos follamos todos los finales felices
hacer del caos una delicia será un hecho
el manjar que nos manche los dedos
talaremos la pena en caliente y la abandonaremos desdentada y apagada

seremos lluvia de pedazos
saltaremos por los aires con el vientre lleno de lágrimas
y palabras que empujan salvajes inventando senderos y cornisas en la piel
encogidos en los restos nos lloraremos con cada órgano
estaremos en ninguna parte
suspendidos en el itinerario de la caída a ojos cerrados
derramando nuestros nombres
despintando muecas con los puños que saben a barro
  
que la tentación sea vivir hasta desvivirse
albergar el tugurio que nos emborrache con los ojos de la hora enferma
y atrapar la felicidad que nos gangrene enteros,
temblarnos rojos y expuestos
sernos puerto y hallar la belleza de las agallas
y de la piel en coma no saber nada
 
declaro que mi cuerpo sea tu trinchera
defiendo que te viertas amante de la noche depravada 
la piel vuelta, lo sabes,  no regresa 
detrás de ti no hay nada