Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos.
Creo que lo sabías
y que favoreciste la desgracia.
Siempre olvidé el paraguas
antes de ir a buscarte,
el restaurante estaba lleno
y voceaban la guerra en las esquinas.
Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.
siempre empezó a llover y siempre olvidé el paraguas. Me gusta todo el poema, pero sobre todo eso
ResponderEliminarLe voy a dar a este tío Julio (una asignatura pendiente para mí) un Nasrudín de Oro!!
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