malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

lunes, 14 de septiembre de 2020

EL AMOR Mágico - Rosamel del Valle



¿Recuerdas a la Gorgona? Ha dicho:
"Babilonia. Sí, irás". Eso es todo. Y ha venido
Un largo crepúsculo. Y la Gorgona cantaba para ti y para mí.
Tal vez. Pero yo sé que nunca tuve un canto
Mejor que cuando soñabas.
Nunca tuve más ojos
Que cuando dormías.
Ni nunca vi más cerca el mar
Que entonces.
Y ella decía: "Irás". Y yo veía
La escala de Jacob.

No Beatriz resplandeciente, Beatriz llagada.
En un cielo sin círculos, en una puerta sin llave.
Yo te veía y entre coros puros te seguía.
Ninguna red más dura que estas manos
Para cortar tus rosas. Ninguna muerte más suave
Para buscar tu boca.

Pero yo era el viajero solo. Yo era
La humedad de tu invierno.
Yo guardaba tu joven sol en un cuarto
Solo de hotel, en la ciudad.
Yo tenía la música del mundo sobre la arena, allí.
Y cantaba: Pero tú no te reconocías
En lo que yo cantaba.
Y yo salía a las plazas, a los mercados, a los paseos
contigo. Tú con la noche. ¿Por qué con la noche?
Eso parecía, aunque tú eras el mundo en mí.
Oh que nos vean pasar. Que nos vean amarnos
Allí, entre los árboles y las visiones.
Que yo diga que te pareces a lo que eres.
Que yo diga que no haces ruido, pero que brillas.
Que yo diga que es oscura la corona que te ciñe,
Aunque se encienda.
Que yo diga que tu boca es una flor pegada al hueso,
Y que lo sea.
Que yo diga que alguien te ama por mí,
Y que no sea cierto.
Que yo diga que las miradas se te adelantan,
Y que lo parezca.
Que yo diga que eres la estrella de mi frente,
Y que alumbres.
Que yo diga que sujetas los pájaros en el aire,
Y que pierdan las alas.
Que yo diga que vas vestida del color del corazón,
Y que así sea.

Tu ser en mí, mi amor en ti.
El sol grabado en la cabellera de la begonia
De mi cuarto, en la ciudad.
Sola en tu estatua taciturna.
Sola por las ciudades de mi frente.
Sola debajo del árbol del ahorcado.
Amor en amor. La lámpara en ti, el rayo en mí.
Las palabras en un puente entre tu boca y la mía.
Todas las horas, una colina.
El tiempo total, una torre.
Nosotros, las campanas.

Y me voy
Un sol de otra parte
Me tiende la mano.
Y si digo que parto, es que tu frente me retiene.
Y si digo que lloro, es que la noche es ardiente.
Y si pienso que voy a ser el viajero solo,
Es que la tierra se ha abierto.
Y si canto detrás de los meteoros,
Es que el cielo está cerca.
Y si te digo adiós, es que ando
Al compás de la muerte.




3 comentarios:

  1. Me gusta la poesia que nos das a conocer pero echo de menos la tuya.

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  2. Los astros se confabulan como dioses antiguos para hacernos soñar. Y el resto, ya se sabe, es óxido y polvo de estrellas.

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