malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

jueves, 30 de junio de 2022

no interrumpir lo sublime (o la luz cúrcuma)



Nubes de diseño sobre las que escribo cartas que saben caer sobre ciudades turbias, poema aeroplano en busca de una azotea limpia, poema cóndor que avista descanso y respiración profunda (bajemos, amor, a la mina). Leí a un poeta decir que un poeta dijo que hay mujeres que tienen noches de capitán. Después hablaba de leyendas de impureza. ¿Todo esto para qué? Para dedicarme al amor sin sordina. Deambularme libre y trina. Para habitar mi tinta anacrónica. Amor vida muerte. Muerte amor y vida. Ese es el orden del verdadero desorden. La luz perfora el ojo de la aguja más que la aguja en sí. 
Querer ser un cante jondo. Querer ser una mujer morena que quiere cazar pájaros con redes de viento y derribar estrellas y disparar nebulosas.
Mostrarme ociosa en el coliseo de tu cuerpo, sacrificio de las furias. Prolongo el grito como prolongo mi orilla. Soy una isla. Soy un infinito. Quemo las tablas de equivalencia. Quemo los barcos de tristeza. Aquí la navegación del garabato de las yemas labra su propia bitácora. Que el corazón no es un río navegable, lo gritan las corrientes. Que el vino resucita la ternura y viste de fantasía la noche más oscura, es la sabiduría que no muda la serpiente. Una luz cúrcuma invadiendo las pieles. Tus manos horquillas de mi carne en el jardín botánico. Te pido la raíz violenta y la brazada. La sonrisa en el crepúsculo y la señal derramada sobre el mar no indolente. 
Quiero ser la inscripción en tu mirada como árbol tatuado en las sienes. 






sábado, 18 de junio de 2022

Mañana de embriaguez - Arthur Rimbaud

 



¡Oh mi Bien! ¡Oh mi Belleza! ¡Fanfarria atroz donde jamás vacilo! ¡Caballete mágico! ¡Hurra por la obra inaudita y por el cuerpo maravilloso, por la primera vez! Aquello comenzó con el reír de los niños, terminará por él. Ese veneno ha de permanecer en todas nuestras venas aun cuando, al irse la fanfarria, hayamos vuelto a la vieja desarmonía. ¡Oh tiempo presente tan digno para nosotros de esas torturas!, recojamos fervientemente esa promesa sobrehumana que hicieron a nuestro cuerpo y a nuestra alma creados: esa promesa, ¡esa demencia! ¡La elegancia, la ciencia, la violencia! Nos prometieron enterrar en la sombra el árbol del bien y del mal, deportar las honestidades tiránicas para que introdujéramos nuestro purísimo amor. Aquello comenzó con algunos sinsabores y terminó —al no poder desde luego asegurarnos de esa eternidad—, terminó con una desbandada de perfumes.

Reír de los niños, discreción de los esclavos, austeridad de los vírgenes, horror por las formas y los objetos de aquí, consagrados seáis por el recuerdo de esa vigilia. Comenzó con todo lo rústico y ahora termina con ángeles de llama y de hielo.
¡Pequeña, santa vigilia de ebriedad!, aunque sólo fuese por la máscara con que nos has gratificado. ¡Nosotros te afirmamos, método! No olvidamos que ayer glorificaste cada una de nuestras edades. Confiamos en el veneno. Sabemos dar nuestra vida entera todos los días.
Ha llegado el tiempo de los ASESINOS.