Qué bonitos eran los duelos. Me suena que en los duelos cada duelista 
tenía un padrino... parecerían bautizos, bautizos rojos en vez de 
blancos. ¡Ojalá los duelos volvieran a ponerse de moda!... Me ofende 
usted, caballerete. Le desafío. Pistolas. A las cuatro. No falte usted. 
Maldito ganapán. Los preparativos se hacían en secreto y a escondidas, 
como se hacen todas las cosas importantes. El olor de la pólvora es 
mucho más puro que el del incienso. A las 4 y 5 hay un hombre malherido.
 Eso se llama puntualidad. Esos gemidos se llaman agonía. Un hombre 
agoniza virilmente... así quiero yo agonizar en tus brazos...

Descubrí a Casariego hace relativamente poco...cuando cayó en mis manos un libro suyo fue un camino sin retorno...
ResponderEliminardespués vinieron los cuadernos de colores...
Mi verso favorito:
"Sastres, si lo sois, vestide de belleza mi rabia"...puff..no puedo dejar de relamerme, hubiese dado un mundo por escribir un verso así...