malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

domingo, 1 de noviembre de 2015

Tambora, 1815
























No puede ser que estemos aquí para no poder ser.
Julio Cortázar

Yo me enveneno con un recuerdo
León de Greiff

Mira, eres tú. Vienes hacia mí. El mundo es lo que queda fuera de ese callejón. Somos el cuerpo coartada para delinquir en él y curarnos la vida malvivida. Quiero descoserme las cicatrices por un infinito. Inundar de llanto/semen/lava/grito el antro perverso que contiene nuestros horarios, el suelo frío bajo los pies cada mañana, el vaho en el espejo del baño que nos oculta y que al borrar con la mano esperanzada no te halla. Quiero cuatro paredes, un vagón, un pasillo. Presa hermosa donde dejarnos. Acicalar el espanto con vino y humo. Ser ese bonus track para los pacientes que en mitad del silencio siguen degustando la caricia y el rugido. Algo más. Porque todos consideramos que debe haber algo más. Una caja de bombones de doble fondo. Una estrella fugaz cuando vamos a desistir y nos duelen las cervicales de tanto esnifar cielo y noche. Porque todo lo bueno es fugaz, un visto y no visto, un fin de semana, una mirada, el momento incrustado en el pecho de la memoria. Porque nos laten los recuerdos por todo el cuerpo, los más sucios e impertinentes. Y es entonces, en mitad del amor, que me vuelvo onomatopéyica porque no existe ese lenguaje, el de la vena que me cruza y da existencia. El del ojo a reventar de sal. El del pumpum bajo la ropa. El del jadeo que se queda a vivir en la garganta. Tribales, abriendo la puerta al buen salvaje que nos habita. Yo las cóleras las ahogo entre mis piernas. Traigo desperfectos y costuras macabras que me hice a mi misma donde y cuando dolía. Porque todo tiene remedio excepto lo que ya sabemos. Traigo embarcaderos y como hija de pescador, sé arriar tus velas.
Aquí puedes vararte, en nuestro callejón, te está esperando un volcán sobre un banco cubierto de nieve.
Cuando la sangre nos latiga, estamos vivos.

Y nos salva, saber que somos ciclones que ni buscan ni necesitan poemas que nos den más laureles que precipicios. Que lo nuestro, con la tinta, es puro vicio.


https://www.youtube.com/watch?v=Hl-pplTVcvg





2 comentarios:

  1. "Porque todo tiene remedio excepto lo que ya sabemos" me encantó!

    y sólo porque es puro vicio, late jauría y evanescente ruta, candor y enamorada miseria y vagabundia y escalofrío..., si fuera algo más, estaríamos del todo perdidxs!

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