eran las 6:27 y apagábamos los dos el despertador. a ti te despertaba una melodía predeterminada, a mí Thin Lizzy. tú veías lluvia a través de la ventana, yo un sol que luchaba entre la niebla. mi coche cubierto por una capa de hielo, mientras tú dibujabas sobre el vaho del metro. mi té de frutos mediterráneos sabía a lágrimas, tu zumo a desaliento. quiero conocer a alguien pensabas e inventar una huida. y yo me arrancaba de la piel con los dientes un recuerdo. después el circo del trabajo y la sonrisa pintada. y las horas lentas y la resaca de la ilusión como un barco a la deriva. yo nadaba mientras tú corrías. y los sueños rasgados de arriba a abajo, abiertos en canal, manchando el suelo. y después las palabras que son balas y los silencios como cuchillos. cansada de esquivarlo todo. harto de no chocar con nadie. te rechazaría con delicadeza o te tomaría con violencia, dices. y se supone que debo escoger. soy sensible a la presión. y aunque todavía no sé lo que es el momento perfecto, estoy dispuesta a conocerlo. nos hemos acomodado en la mediocridad y se nos da bastante bien. envueltos en la tela de la soledad. fabricando coartadas a medida. la alegría te toca muy rápido y huye. y tú chocando contra las paredes como si no supieras que existes. y no sabes que no debes tocarme la cara cuando estoy medio dormida porque me enfado. y no sé que hay un punto en tu nuca que enciende todos los fuegos. no llevo retrovisor y no sé lo que me acecha. ni si estoy a punto de caer o de que me sujetes. me pierdo en los detalles mientras ignoro los abismos. y el deseo como un avión de papel directo al incendio. y llegaba la noche. yo me ponía dos en la carretera con la Hepburn y tú noche en la tierra de Jarmusch. eran las 6:27.
quemas (y engancha)
ResponderEliminarnada más...
llegué, leí, escuché words ne n. young
ResponderEliminarme encanta este sitio
un beso
noche en la tierra, tomando impulso en el cielo para bajar otra vez hasta el centro.
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