malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

jueves, 3 de mayo de 2018

escríbeme frenético




Una escritura frenética
que no salga de la habitación,
mil quinientos poemas
como mil quinientos encuentros,
con eso la vida llenaría sus cuatro letras,
bien volteada, infinita, decadente y alucinada.

Siempre a la vanguardia
con esa arqueología lingual
-brava y loca-
que traigo para indagarte
como un misterio de carne.

Yo asumo al hombre entero
con todas las haches del hambre,
del horror, con los huecos y heridas,
las honduras y los hielos
y las hieles.

Armada de lírica,
como un hurón que invada tus madrigueras,
con las venas sublevadas,
bien en alto, 
coronando todos los subsuelos,
dejando que macere mi fiebre
como planta frondosa
en tu cabeza,
cuando la manoseas sin reloj,
mientras yo descubro la ayahuasca en tu entrepierna.

Tú y yo y nuestra propia teoría de cuerdas,
amplificando el sudor
y en la taquigrafía de los gemidos
que se agolpan
uno sobre/dentro del otro,
ahogándose en la bocanada
del impulso más violento,
encontrarle sinfonía al viento,
belleza al estruendo,
delicadeza al crujido
y razón a tener que arrancarnos el uno del otro.

Fecundar los ojos con poesía
y tramar el universo en cualquier calle,
mutar felina en lo más improbable
y dilatar el ocaso y la ocasión.

Que te traigo tres corazones como los pulpos,
la finta de la memoria
y así, con el poema,
hacer un alzado de fracaso,
tan hermoso y verdadero,
como el salto mortal que albergan nuestros cuerpos, 
cuando se anclan,
justo en el instante,
en el que tú tan temerario y yo tan ansiosa,
el mundo se nos volverá loco.




2 comentarios:

  1. No es un golpe bajo ni una caricia, aún menos un puñetazo. Es todo eso y mucho mas.

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