temblar sí, temblar igual que tiembla la cerveza de la botella en tu mano mientras te hablo al oído. temblar como la llama de la vela que no encendimos nunca. temblar como las gotas de lluvia por la ventana, en carreras invisibles que no sabemos dónde acaban. temblar como la cortina en la noche a la que hace bailar tu ventana. temblar como si pasara el tren a dos centímetros de mí y deshacer la cama como nunca y mi deseo nervioso como esa mala letra de examen que uno no reconoce como suya. temblar como las manos de mi padre por la herencia del alcohol. temblar como la barbilla de una niña a punto de estallar en llanto. temblar, sí, juntos, acompasados. uniendo latidos. temblando.
Temblar así es maravilloso.
ResponderEliminarQuiero temblar :-)
Saludos.
doy fe de que cuando hablas de temblar sabes perfectamente lo que quieres decir. Es imposible escribir esto sin haberlo vivido Todo, porque Todo lo que dices hace temblar.
ResponderEliminarte dejo un beso, que ojalá vuele tan alto, tan alto... que haga vibrar la sonrisa en tus faroles,
y de ahí baje a los labios (para quedarse)