malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

miércoles, 26 de julio de 2023

vocación de incendio o la belleza por error




Me interesé por el muralismo hiperviolento y la filosofía hindú, cuando ya el corazón del mundo ardía.

Rodas, Argel, Palermo. 

Poésie-verité, con energía real. Inundarlo todo. Desde los veinte queriendo ser una peonza enloquecida y mi lengua una púa, a lo Papasquiaro. Vivir en la catarsis no acaba de funcionar, qué calle, qué piso, qué puerta, qué campo. Con vocación de incendio, vestida para el baile, armada de tinta, así huyen los poetas, como los pulpos, como el calamar. La piel es un vaticinio. La sonrisa una trinchera que hace las veces de hoguera, de hogar. El poema aguardiente mediterráneo. Me dirijo a una boca de incendio o una escalera de emergencia en un brownie neoyorquino y bebo sangría con Lou, para alejarnos del fuego, pero ya es tarde, me dirijo a la belleza por error, que diría Kundera. Me tatuaré en el hombro izquierdo el blackstar de Bowie. Escribiré el poema de la supernova que nunca fui. Balconing en el corazón y de fondo versos de San Juan de la cruz. La noche oscura del alma. Suena Astral weeks en bucle. Albricias, reina egipcia, la cuna ya arde cual biblioteca de Alejandría. Compite una lágrima por mi fosa nasal izquierda con otra que se desliza por mi mejilla derecha. Ambas, barridas en mi labio superior, acaban en mi lengua y ese es el fotofinish de todas las carreras.

Hablé tanto del fuego que no pensé en el sol. LUX LUX LUX. 

Las máquinas no podrán hacer bacanales ni derramarán el vino. Ni serán abducidas por cantos de serenas sirenas. Hay que ser caníbales, leí por ahí. Y jaulas abiertas. Artesanos de la carne. Y vagabundos futuros por elección. 

Abrir los ojos como un alarido en mitad de tanto fuego equivocado. 

Dame a luz. Sin diplomacia. En cualquier calle. En cualquier camino. Pero dame. La antología de la nada duele como los veranos sin espuma. Como el crepúsculo famélico que atraviesan los caballos de la desesperación de Faulkner. Como los cuchillos del tiempo. Y las canciones sin nadie cerca. O el crimen de los recuerdos. O el caminar a solas la propia piel. Sin veneno exquisito todo serán cenizas. La comedia sin divinidad o el viaje sin nada que no sea noche. El poema se masturba y se desprecia. Demasiadas curvas había en sus ojos. Cómo desnudar a una mujer hecha de silencios. 

Aguardar en el jardín de los torsos 

a que florezcan 

o enloquezcan

mientras todo arde. 




los derechos de lector no existen.

2 comentarios:

  1. siempre, florecer y enloquecer, se supieron sinónimos, como verbo y universo y tanto como Bowie sigue sabiendo dónde erigir su imperio para acariciar la carne bendecida y extinguirle el miedo... cuánta luz y cuánto múltiplo de despreciable billete pierde, por no tener derechos, este lector

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  2. Primero desposeerse de todo, que no de lo aprendido, pero aún así solo llevar dudas en los bolsillos y un lápiz, o no, y escribir con tu propia sangre, con tu lengua, tus ojos o tu piel, enfin lo que tengas mas a mano, entre la media noche y las 4 de la mañana mientras bebes con Lou. Escribir ese poema de la supernova depende de cuanto aguantas tu último aliento.

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