Es hora de recapitular las hostias que me ha dado el mundo. Hoy vendrán a oír mi último adiós. Bien. Uno a uno van llegando y yo los recibo en batín.
Y unos me llaman chaval y otros me dicen caballero. Alguno no se ha querido pronunciar. Yo una vez tuve un amor, pero si he de ser sincero dije "no" en el altar
y cuando digo no es no. Fracasé una vez, fracasé diez mil y aun así alzo mi copa hacia el cielo en un brindis por el hombre de hoy y por lo bien que habita el mundo.
... Y no me habléis de eternidad. No me habléis de cielos ni de infiernos. ¿No veis que yo le rezo a un dios que me prometió que cuando esto acabe no habrá nada más?
Fue bastante ya...
Nunca fui en nada el mejor, tampoco he sido un gran amante. Más de una lo querrá atestiguar. Pero si algo hay capital, algo de veras importante, es que me voy a morir
y cuando digo voy es que voy. Lo he pasado bien, y casi conocí en una ocasión a Michi Panero, y es bastante más de lo que jamás soñaríais en mil vidas.
... Dejadme preguntar: ¿Es esto el final? Y si es así, decid: ¿Me vais a extrañar? ¡Ah, veo que asentís pero yo sé que no! Qué lástima, no dejaré nadie a quien transmitir mi sabia; consideré insensato procrear. Y diréis de mí que soy un viejo verde y cascarrabias, y diréis muy bien, y cuando digo bien es bien. ¡Largo ya de aquí! ¿Qué queréis de mí? ¿Es mi alma o es mi dinero? Si de uno carezco y la otra es
una anomalía en esta vida.
... He bebido bien, y casi conocí en una ocasión a Michi Panero, y ahora brindo en paz por la humanidad y por lo bien que habita el mundo. ¡Escuchad, os lo diré cantando!
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