los viajes de vuelta nunca son lo mismo. un no querer irse. siempre me he dejado algo, un cuaderno, la crema de manos o una madrugada que no alargué lo suficiente. es subirme al avión e imaginar los días con sabor a murmullo de rosario eterno que me esperan. y después el plano cenital de mi vida. y el barrido que nunca llega.
quiero una noche contigo. una de esas en que la piel es más fina. una de esas, en las que mi lengua aprende tu idioma. amarrada a la trinchera de la barra, bebiéndome de un trago el ayer. con la coartada de los cristales empañados que mañana todo olvidan. el deseo en vena. y tú allí, a mi lado, como una isla que me busca en pleno naufragio.
la foto es preciosa.
ResponderEliminary tu isla: puedo verla en mitad de este mar.
besos