Uno de los principales motivos para hacer algo es ese ineludible ‘¿y porque no?’.. . porque nunca, nada, permanece igual, aunque lo parezca.
Allí, un reloj en la pared que da otras horas y el sueño, un alga oscura y el humo. Los libros y por un día quizá las flores en un vaso, las hojas de los árboles y el viento en ellas, el arcoiris y las lágrimas. Me pregunto porqué se llora cuando se ve algo demasiado hermoso? El mar.
Solo queda el paisaje. Y el volver se convierte en robles y el agua sobre ellos, el trigo que se bandea y miles de amapolas, bandadas de estorninos y los ojos maravillados detrás. Montañas y sombras. Muros de piedra y el musgo en sus rendijas, igual que los secretos. Y la música que me acompaña y hace alegre la vuelta.
No me había dado cuenta pero sonreía, porque el regreso es el verdadero viaje.
Hay personas que no notan cuando salimos de ellas. Y otras, en las que entramos sin saberlo nosotros.
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